5.5.07

Turismo fraterno

Vitoria, Bilbao y San Sebastián han estrechado lazos con ciudades cuyos encantos bien merecen una visita

Tras la Segunda Guerra Mundial, en 1945, muchos aires de porvenir invadieron los restos de Europa. El esqueleto del continente estaba roto; sus ligamentos, debilitados, y quien no había muerto en combate, lo hacía de hambre o tristeza. Con millones de cadáveres apilándose en la Historia y otros tantos edificios desplomándose en las aceras, las personas supieron pronto que debían volver a empezar. Una de las ideas más sorprendentes de aquella época –y, paradójicamente, una de las menos reseñadas– consistió en hermanar ciudades.


El objetivo del proyecto, entonces, era fortalecer los lazos de unión y gestar acuerdos de beneficio mutuo entre las urbes hermanadas. Un par de metas muy loables que, en su origen, tan sólo se circunscribían al ámbito europeo. Lo singular del asunto es que la tradición continúa hasta hoy y que ha franqueado ampliamente las barreras continentales. En la actualidad –desde 1989–, el organismo que promueve estos enlaces es la Unión Europea, que considera muy importante estrechar las relaciones. Tanto que, hace tres años, decidió destinar 12 millones de euros anuales para financiar 1.300 hermanamientos nuevos.

El acuerdo entre dos ciudades supone una colaboración económica y administrativa, pero también artística, científica, cultural y educativa, para ofrecer a los ciudadanos de ambas la posibilidad de conocer sus respectivas costumbres.Aunque no es un requisito imprescindible, las localidades que se unen suelen tener rasgos comunes o similares y, además, una misma ciudad puede ser hermana de muchas otras, porque los enlaces no son excluyentes. Este es el caso de Vitoria, Bilbao y San Sebastián, con siete y cuatro ‘parientes’, respectivamente, repartidos por el mundo. Aunque algunos están más cerca que otros, tal vez estos datos le sirvan para planificar un viaje de ‘reencuentro’. Es decir, de turismo fraterno.

Plymouth, en el Reino Unido, y Burdeos y Angulema en Francia son las tres ciudades más próximas en esa ‘lista familiar’. La primera pertenece al condado de Devon, en el sudoeste de Inglaterra, y tiene una población de 244.000 habitantes. Se ubica entre el río Plym y el río Tamar, y posee uno de los más grandes y espectaculares puertos naturales del mundo.Aunque la localidad está hermanada con San Sebastián, la manera más ágil y cómoda de llegar hasta ella es coger el ferry que parte desde Santander los lunes y los jueves de cada semana.

El acceso a Burdeos –hermana de Bilbao–es todavía más fácil, pues se puede viajar en coche, como una simple escapada. Situada en el suroeste francés, la capital de Aquitania está a 340 kilómetros de la vizcaína y el trayecto se recorre en unas tres horas y media. Además de su riqueza arquitectónica e histórica (fue fundada por los romanos en el siglo III a.C.), Burdeos es conocida por ser la capital del vino, ya que sus viñedos son, sin duda, los más extensos del planeta. Un trayecto parecido es el que une a Vitoria con Angulema. De hecho, para llegar hasta allí es necesario pasar por Burdeos. Ubicada a 124 kilómetros al noreste de esta ciudad, lo primero que sorprende de Angulema es que su parte vieja está enclavada en una colina y rodeada por una muralla. La capital del departamento de Charente domina, desde lo alto, las tierras que le rodean. Entre sus numerosos edificios medievales, destaca la catedral de San Pedro (del siglo XII).

A miles de kilómetros
Wiesbaden, en Alemania, y Trento, en Italia, se encuentran algo más distantes de su hermana, la capital guipuzcoana, pero no mucho. También llamada la ‘Niza del Norte’,Wiesbaden es, junto a Frankfurt, la ciudad más visitada en la región de Hesse. Tiene fama de centro balneario y muchos puntos de interés a orillas del río Rin. Entre ellos, su imponente casco histórico y la Iglesia del Mercado, con estilo neogótico. Lo más simple para llegar es pillar un vuelo hasta Frankfurt y completar el tramo restante disfrutando de la carretera.

Trento, en cambio, se ubica en medio de una región montañosa que, a principios del siglo XX, perteneció a los dominios de Austria. Con una población de 105.000 habitantes, esta ciudad de origen celta se engarza en el norte de Italia y está próxima a urbes tan atractivas como Milán, Padua, Verona y Venecia. Un vuelo de bajo coste a cualquiera de estas ciudades puede ser útil de excusa para visitar esta zona italiana.

Un poco más lejos están la Daira de Güera, en la República árabe Saharaui, Kogo, en Guinea Ecuatorial y Kutaisi y Tifilis, en Georgia. Salvo la última, que es hermana de Bilbao, las demás están ligadas con Vitoria. Güera, por ejemplo, se erige sobre la costa atlántica, en el extremo sur del Sahara occidental y está próxima a Mauritania. No es una urbe antigua, pues data de 1920, y en su creación tuvo mucho que ver la presencia de España. Las urbes que faltan nombrar son Victoria, en Brasil; otra Victoria, Anaheim y Pittsburgh, en Estados Unidos; Marugame, en Japón; Qingdao, en China; Medellín, en Colombia, y Rosario y Buenos Aires, ambas en Argentina. Las tres primeras son hermanas de la capital alavesa. Marugame lo es de San Sebastián y las restantes, de Bilbao.

Todas, sin excepciones, están a miles de kilómetros de Euskadi y se reparten por distintos continentes. Para conocerlas de verdad hace falta un viaje largo. Pero, incluso con las distancias, los idiomas y los horarios diferentes, sigue existiendo algún parecido y no sólo en el nombre. ¿No lo cree? Un vistazo a las fotografías que le ofrecemos en esta página le sacará de dudas.

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