7.6.07

16 equipos de inmigrantes inician un 'mundialito' el sábado

En apenas un par de días arrancará un ‘mundialito’ amistoso de fútbol en Guipúzcoa. El evento, que continuará durante todo el verano, tiene por objetivo promover la integración de los vascos y los nuevos vascos a través de los valores del deporte. José Ramón Gaztelurrutia, presidente de la asociación Jaiki, de Durango, ofrece aquí las claves del torneo y adelanta que el equipo vizcaíno tiene integrantes de Euskadi, Senegal, Bolivia, Brasil y Nigeria.

En síntesis, es una mezcla, «pero muy buena», enfatiza. Un reflejo bastante acertado de lo que ocurre en la vida real, donde unos y otros convergen «persiguiendo objetivos comunes». Así lo entiende este hombre, un durangués de toda la vida que ha decidido implicarse en armar «proyectos conjuntos» y conocer a sus nuevos vecinos en lugar de «mirar a un costado, con total indiferencia». El ejemplo más reciente tiene que ver con el fútbol, pues los balones, más que nunca, sintetizan la forma del mundo.

También su dinámica, claro, que en sus idas y venidas, se refleja: «Nuestros mayores emigraron hace años. Hoy son otros quienes lo hacen a la inversa», reflexiona José. Como diría el escritor Eduardo Galeano, «desandan con sus pasos el camino de sus abuelos». Pero la literatura, aunque lo intenta, no da todas las respuestas. No hay un libro universal que asesore en las travesías y mucho menos una Biblia con ‘instrucciones para integrar’. Toca aprender sobre la marcha y trabajar con mucha paciencia. «El fútbol es un deporte, pero lo usamos como herramienta».

El evento, como señala el presidente de Jaiki, fue una idea los bolivianos que residen en Guipúzcoa. «Ellos tuvieron la iniciativa y la hicieron pública en un programa de radio. Nosotros lo escuchamos y pensamos que era muy interesante, así que nos pusimos en contacto a través de sus compatriotas que viven en Durango», relata. Por supuesto, no fueron los únicos, ya que a esta edición se han apuntado 16 equipos de ciudadanos extranjeros con ganas de representar a sus países desde los pies a la camiseta.

La asociación que preside Gaztelurrutia no sólo promueve el deporte, también «fomenta la educación». Y por eso el ‘mundialito’ les atrajo desde un principio. «El objetivo del torneo no es ganar ni alimentar la competición violenta –dice–, sino integrar a los jugadores y, sobre todo, compartir». La puntualización es de interés, porque muchos de estos jugadores «trabajan duro toda la semana y el único desahogo que tienen es divertirse un rato en el campo». Pero, además, porque «no todos nos distraemos igual y, mientras unos prefieren juntarse a hablar o a leer libros, otros eligen reunirse en un bar a tomar una copa», expone. El fútbol, sin embargo, les llega a todos sin distinción. No en vano es el deporte con más seguidores del globo.

El equipo de José Ramón practica con Luis Ormaetxea, otro vecino y miembro de Jaiki «que tiene el título de entrenador nacional de Primera División, pero está más interesado en armar una escuela de deporte integradora», afirma. Los chicos viajarán a San Sebastián este sábado para asistir a la inauguración oficial del torneo que, además de un partido de infantiles, «ofrecerá una fiesta» en toda regla.

Danza y comida típica
«El inicio es a las tres de la tarde, en el Colegio de Jesuitas de Donosti. Habrá un discurso de las autoridades y se presentarán los equipos que compiten en el ‘mini mundial’. Después, jugarán los pequeños y, a continuación, habrá una gran fiesta», enumera este vizcaíno, que ya está imaginando el día y planificando la ‘excursión’, pues «el viaje será en tren».

La ‘gran fiesta’ de la que habla tiene que ver con la danza y, cómo no, con la comida, dos elementos de la cultura que son idóneos para integrar. «El encuentro se va a celebrar con una muestra de bailes típicos y así podremos conocer los trajes de cada país. Además, habrá una degustación de la gastronomía del mundo, adelanta José Ramón. «A mí eso me atrae muchísimo y todos mis kilos dan fe», apostilla divertido.

El ‘mundialito’ de Guipúzcoa está abierto a todo el público. «Puede ir cualquiera, incluso a comer», añade con la certeza de que hay más locos por los fogones. Los encuentros tendrán lugar los fines de semana y ocuparán buena parte de la agenda del verano. En cuanto a los premios y el reconocimiento, José Ramón se permite un mensaje: «No es bueno premiar al mejor goleador o al mejor portero. Lo positivo, en realidad, es premiar las actitudes. Galardonar al jugador más solidario es una manera muy simple de educar en valores». Es verdad que este torneo no se enmarca en ninguna liga, pero hay más cosas que lo convierten en «un proyecto fuera de serie».

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