28.4.10

Brotes verdes, las señales de la mejoría económica

El comercio, la industria, el consumo o la percepción social son algunos indicadores que miden la recuperación de la economía

La crisis ha sembrado el lenguaje de expresiones nuevas. Desde mediados de 2007, en las conversaciones a pie de calle se pronuncian palabras técnicas que en años anteriores no se escuchaban. Recesión, inflación o decrecimiento son términos que se han colado en las charlas cotidianas. Pero no todas las expresiones son tan poco halagüeñas. Hay otras positivas, como "brotes verdes", una metáfora que empezó a germinar hace un año para referirse a los primeros signos de recuperación. La imagen del brote verde ("green shoot", en inglés) es tan clara y sencilla, que ha prendido con fuerza para explicar que la economía reverdece. Se refiere a indicadores que reflejan una lenta e incipiente mejoría, parámetros económicos, financieros y sociales que se consideran relevantes. El comercio, la industria, el consumo o la percepción social son algunos de ellos.
  • Tasa de paro. La disminución de la tasa de desempleo es un claro referente de mejoría económica. Pero, incluso si el número de parados aumenta, es posible hablar de brotes verdes. ¿Cómo se explica? Por la ralentización de ese aumento. A finales de 2009 (según los últimos datos del INE), la tasa de paro se situaba en el 18,83%: 4.326.500 personas. Durante todo el año, la cifra de desempleados aumentó en 1.118.600. De ellos, 203.200 se quedaron sin trabajo en el último trimestre. El panorama es poco alentador. No obstante, cuando se compara este número con el saldo del trimestre anterior, sale a la luz un pequeño brote: la destrucción de empleo se ha reducido, al pasar del 7,3% al 6,1%. Esto supone una mejoría del 1,2% en la tasa interanual de variación de la ocupación.
  • Venta de viviendas. Uno de los signos más notorios de la crisis en España fue el resquebrajamiento del mercado inmobiliario, muy ligado al laboral, al financiero y a la prevención de los bancos y cajas de ahorro. El aumento en la constitución de hipotecas sobre viviendas se traduce en un signo de normalización y, por tanto, de mejora. En enero de este año, el número de estos créditos ascendió a 53.747, un 2,3% más que en enero de 2009. Por otra parte, el importe medio bajó a 112.839 euros, casi un 8% menos que el año pasado. El abaratamiento de la vivienda en España ha ayudado a aumentar las ventas.
  • Tasa de morosidad. Las deudas conforman otro indicador relevante para evaluar la recuperación económica. En esta línea, los datos más recientes del Banco de España (BDE), correspondientes a febrero de 2010, dejan poco terreno para la esperanza. La tasa de créditos impagados se sitúa en el 5,39% (unos 98.000 millones de euros) y es la más alta de los últimos 14 años. Sin embargo, cabe destacar dos aspectos. Por un lado, los establecimientos financieros de crédito (los más golpeados por la crisis) han conseguido congelar su tasa de impagados y la han mantenido en el 10,2% durante tres meses consecutivos. Por otro, los impagos al comercio retrocedieron en un 34,7% con respecto a febrero del año pasado.
  • Producto Interior Bruto. El PIB -una de las siglas más citadas en los últimos tiempos- es el valor monetario de todos los bienes y servicios que produce un país durante un año. Su fluctuación, por tanto, es un baremo fundamental para determinar si hay brotes verdes o no. En el último trimestre de 2009, el PIB generado por la economía española se redujo en un 3,1%, comparado con el mismo periodo del año anterior. No obstante, la actividad global moderó su contracción desde julio hasta diciembre, es decir, ha seguido su descenso, aunque en menor medida. El momento más bajo del ciclo fue el segundo trimestre de 2009 y la tendencia, desde entonces, comienza a revertirse.
  • Índice de Producción Industrial. El IPI también ha comenzado a ralentizar su decrecimiento (la variación interanual de febrero es del -1,9%) e, incluso, ha arrojado datos positivos en seis comunidades autónomas y en el sector de los bienes intermedios. Entre las comunidades con mayor aumento, destaca Navarra, con un 10,4%. En cuanto a los bienes intermedios (donde el IPI ha crecido en un 1,1%), las actividades más pujantes han sido la fabricación de vehículos de motor, la fabricación de componentes, de piezas y accesorios para esos vehículos y la fabricación de productos básicos de hierro, acero y ferroaleaciones.
  • Venta de coches. Es el brote verde más evidente y, sin duda, el más publicitado como signo de reactivación económica. Con las ayudas del Gobierno y la inminente subida del IVA, la renovación del parque móvil se ha disparado. Sólo en el mes de marzo se han matriculado 124.900 coches nuevos (un 63% más). El dato coloca a este sector en niveles similares a los de 2008.
  • Índice de Confianza del Consumidor. El ICC no es un dato financiero, sino social. Refleja cambios en la percepción de los consumidores respecto a la coyuntura económica. El mes pasado, este indicador registró un aumento del 1,6% y consiguió situarse, por tanto, en el 72,7%. Según los datos del Instituto de Crédito Oficial (ICO), esta tasa supone un incremento del 19% desde marzo de 2009, debido a que han mejorado las expectativas y la opinión sobre la situación.
  • Creación de empresas y empleo. La constitución de nuevas empresas, la apertura de comercios y la contratación de personal también son fundamentales. Durante el mes de febrero, se fundaron 7.752 sociedades mercantiles, de modo que el número de empresas creadas subió por segunda vez desde mediados de 2007. Varias firmas comerciales e industriales comienzan a anunciar la apertura o ampliación de negocios, con el consecuente aumento de plantillas. La actividad comercial de las compañías del sector de servicios alcanzó en marzo el 51,3%. Es el primer crecimiento desde diciembre de 2007.

Lectura crítica
Los brotes verdes son indicios de recuperación económica. Estos parámetros reflejan la proximidad o lejanía del modelo económico anterior. Es en este punto donde se inscribe una lectura crítica por parte de quienes opinan que la restauración de ese modelo no necesariamente es deseable o beneficiosa para la sociedad.

Los miembros de la ONG Economistas Sin Fronteras son rotundos en este aspecto. Para estos profesionales, tras la crisis, habría que reflexionar, revisar el modelo y sus fallos. El desafío consiste en romper con lo anterior para crear una economía participativa donde se valore el impacto social, económico y medioambiental de las decisiones.

26.4.10

"El diálogo es fundamental para salvar las diferencias"

El biólogo angoleño Nkanga Suamunu reside en Bilbao, se dedica a promover un comercio más justo con África y profesa la religión kimbanguista

El mapamundi de Bilbao tiene hoy un nuevo significado, pues en la capital vizcaína convive gente de todas partes del globo. Más de 110 nacionalidades diferentes conforman el actual mapa demográfico, que se ha convertido en un crisol de culturas, costumbres e idiomas donde la diversidad es un rasgo sobresaliente. En este contexto de cambio, la religión no es un tema menor. Al contrario. Así como hay distintas procedencias, también hay varias creencias, cultos religiosos y modos de vivir la fe.

Esta nueva realidad cosmopolita, sumada a la inquietud por conocer otras maneras de entender el mundo, es la que ha impulsado la creación de DIAR (siglas de Diálogo Interreligioso, Aceptación y Respeto), un grupo formado por personas de múltiples orígenes y creencias que se reúnen para hablar y poner en común los fundamentos de sus religiones.

El grupo, fundado en 2007, organiza cada año unas jornadas abiertas para reflexionar sobre estos temas con toda la ciudadanía. En esa línea, mañana a las 19.00 horas tendrá lugar una charla sobre budismo e islam, y el jueves, sobre fe bahai y cristianismo; ambas en el Centro Ellacuría. Serán cuatro propuestas en dos días. No obstante, hay muchas más religiones en Euskadi.

El biólogo Nkanga Suamunu, por ejemplo, es kimbanguista y explica que su creencia tiene tres pilares básicos. «Bolingo, mibeko y misala», dice con rapidez y, a continuación, traduce: «Amor, ley y caridad». El planteamiento es compatible con la mayor parte de las doctrinas. De hecho, la Iglesia de Jesucristo por su enviado especial Simon Kimbagu (este es el nombre completo) deriva del cristianismo. «Es la iglesia cristiana primitiva», expone Nkanga, aunque su reconocimiento oficial sea reciente. Data de 1959.

«Fui diez años apátrida»
Los belgas aceptaron esta religión justo antes de la independencia de Congo. Hasta entonces, hubo 37.000 creyentes deportados de Angola y, por la misma razón, el catequista protestante Simon Kimbagu estuvo treinta años preso. «Murió en la cárcel», reseña Nkanga, que ojea los apuntes de la charla mientras conversa. «Por favor, escribe Kongo con K», solicita. «O mejor, pon Kongo Dia Ntotila. Es el modo correcto de referirse a la región, más allá de que hayan sido colonias belgas, francesas o portuguesas».

Este es el país en el que se crió Nkanga Suamunu, que sabe mucho de regiones y deportaciones. Aunque nació en Angola, su padre era un refugiado y vivió varios años en Kinshasa. Estudió en un colegio de jesuitas e hizo después su carrera. Al terminar la universidad, regresó con su familia a Angola, pero fue por poco tiempo. «La situación allí era muy mala. El 90% de la población era analfabeta y, además, había una guerra civil», cuenta. Corrían los años ochenta y el ambiente allí era convulso.

Nkanga, entonces, se marchó. Primero a Portugal y luego a Suiza, donde vivió tres años. «Estaba muy integrado, tenía un buen trabajo y ganaba bien, pero no pude quedarme. Me negaron el permiso de residencia permanente y tuve que marcharme del país». Viajó a Madrid, una ciudad que eligió por el clima, la gastronomía y la equidistancia con Portugal y Francia.

Tres años en Madrid le alcanzaron para aprender castellano y para comenzar a trabajar en proyectos de cooperación al desarrollo. Pero el periplo siguió, primero en León, después en Torrelavega y finalmente en Bilbao, donde vive desde hace diez años. «Fui apátrida durante una década, conseguí regularizar mi situación y hoy trabajo para promover el intercambio real de productos entre Kongo y Euskadi a través de la Oficina Comercial y Económica», resume. «La idea es mejorar las condiciones de vida de la gente sencilla. A lo largo de mi vida he aprendido que el diálogo es fundamental para salvar las diferencias y avanzar, tanto en economía, como en política o religión. Cuando hablas y escuchas con respeto y atención, siempre aprendes algo valioso».

19.4.10

"Más de una vez he sentido el menosprecio por ser negro"

El cubano Eduardo Camino fue jefe de operaciones especiales en el puerto de La Habana, pero vive de la fotografía desde que reside en Euskadi



Conversar con Eduardo Camino es como ver un filme de acción en 3D. Su vida está llena de anécdotas y episodios trepidantes, cargados de suspense y tensión. En Cuba, su país, trabajó en distintos lugares, pero quizá el papel más llamativo es el que desempeñó en el ámbito de la aduana, donde llegó a ser jefe de operaciones especiales del puerto de La Habana. Allí tenía un grupo de hombres a su cargo y su misión principal era luchar activamente contra el narcotráfico. «Me encantaba mi trabajo. Siempre había algo que hacer, un desafío nuevo, un reto», dice ahora en un bar de Bilbao, mientras sostiene una taza de té. Le gusta cuidar su salud y se nota que es profesor de educación física, aunque ya no entrene como antes ni se dedique a la actividad deportiva.
Su trabajo en el puerto de La Habana conllevaba una gran responsabilidad y no estaba exento de sorpresas. «En los años que estuve allí he visto de todo», asegura antes de explicar que «el ingenio para traficar con droga no tiene límites». Entre los casos más destacados, Eduardo recuerda un barco que llevaba un cargamento de cocaína pegado al casco, bajo el mar. «Tuvimos que utilizar un equipo de buzos porque sabíamos que en esa embarcación había algo raro, pero no podíamos encontrar el alijo por ningún sitio. Ese era el único sitio que nos quedaba por revisar», detalla.

Pero, sin duda, el episodio más sorprendente fue el del equipo de ciclistas. «Viajaban a Europa, supuestamente a competir, y nos llamó la atención que fueran vestidos con su maillot durante el viaje. Eso no tenía mucho sentido y, aunque te parezca mentira, el otro indicio de que algo iba mal era que los tíos no estaban depilados», agrega este cubano entre risas. Tras buscar por todas partes sin éxito, uno de sus compañeros pinchó la rueda de una bicicleta y «¡allí estaba la cocaína! La habían metido en las ruedas de las bicicletas», relata.

A propósito de viajes a Europa, Eduardo llegó aquí hace ocho años. «Viajé a Bilbao por amor, pues me casé con una chica de aquí, y la verdad es que me costó dejar todo aquello», confiesa. Sin embargo, aunque la relación de pareja no prosperó, él decidió quedarse. «Si volvía a Cuba, ya no sería lo mismo. Cuando me fui, renuncié a mi empleo y difícilmente conseguiría un puesto igual», señala. En ese entonces, además, aquí tenía un buen trabajo y, a pesar de la nostalgia, se encontraba a gusto y contento.

Cambio de rumbo
Lo habían contratado en un almacén de Arrigorriaga. Tenía estabilidad y el salario era bueno, pero un accidente de tráfico cambió el curso de los acontecimientos. «Iba en la moto y me embistieron. Caí al suelo, me rompí varios huesos y me golpeé en la cabeza. Tenía cortes por todas partes y me costó recuperarme, incluso haciendo rehabilitación. Pasé un largo tiempo sin poder moverme ni caminar bien. Fue muy duro», recuerda.

El siniestro fue un punto de inflexión en su vida personal y, también, en la profesional. Si bien Eduardo se recuperó, nada volvió a ser lo mismo. Fue entonces cuando decidió dedicarse a la fotografía. «Había estudiado en Cuba, pero llevaba años sin trabajar en ello. El accidente fue una oportunidad para retomar esta profesión», asegura.

No le ha ido mal desde entonces. Incluso, ha recibido varios premios aquí. Sin embargo, el reconocimiento contrasta con el desdén que ha sufrido algunas veces. «Lo primero que piensa la gente al verme es que soy africano. Y si voy con una mochila y entro en un bar, creen que voy a venderles cedés, que me dedico al 'top manta'. A mí no me molesta que me confundan con una persona de África. Lo que me duele es que aún exista cierto rechazo hacia la raza negra», dice Eduardo, que tiene una abuela africana y un abuelo chino. «América es mestizaje. El mundo tiende a ser mestizo y esa mezcla de culturas y de razas está bien, nos enriquece a todos. Pese a eso, más de una vez he sentido el menosprecio por ser negro».

Viajes con niños: documentación necesaria

Para viajar con menores, hay que conocer la documentación exigida en cada país o medio de transporte y tenerla en vigor

Viajar con un menor de edad a otra ciudad o país exige llevar documentos que pueden variar según el destino y el medio de transporte que se elijan. Aparte de los preparativos y las precauciones habituales que requieren unas vacaciones con niños, es fundamental llevar toda la documentación necesaria y asegurarse de que está en vigor.
Comienza el buen tiempo y las agencias de viajes promocionan infinidad de paquetes turísticos. Abundan las ofertas, los folletos, las revistas... Un síntoma inequívoco de que se acercan las vacaciones. En los meses de primavera, la mayor parte de las familias empiezan a imaginar y planificar su descanso. Sin embargo, además de elegir las fechas y el lugar con anticipación, calcular el presupuesto disponible y pensar el contenido de la maleta, los planes no acaban ahí cuando se quiere viajar con niños. Desplazarse con un menor de edad a otra ciudad o país exige cierto papeleo extra, que puede variar según el destino y el medio de transporte. Por esta razón, además de los preparativos típicos para las vacaciones y de las precauciones habituales que requieren los pequeños, hay que llevar toda la documentación necesaria y en vigor. No disponer de los documentos que se piden (tanto en España como en el lugar al que se viaja) puede ocasionar la denegación del embarque o del ingreso en otro país.

Para evitar este contratiempo -que, por desconocimiento o falta de previsión, sufren decenas de familias al año-, conviene informarse con antelación, ya que algunos trámites (o sus pasos previos) pueden tardar varias semanas. Antes de contratar una excursión, adquirir un paquete turístico o comprar los billetes de barco o avión, es imprescindible preguntar a la agencia de viajes o la compañía de transporte responsables qué documentos se necesitan para poder hacer la travesía con niños. Como señalan desde Aena, aunque hay unas directrices básicas, las empresas funcionan de manera independiente y algunas pueden solicitar más documentación que otras. También varían las exigencias de los distintos países de destino y en función de la relación que tenga el menor con el adulto que le acompaña.

Las variables son muchas y pueden darse situaciones puntuales complejas. Pero hay papeles imprescindibles cuando se viaja con un menor:
  • DNI: toda persona mayor de 14 años está obligada, por ley, a tener un Documento Nacional de Identidad. Por lo tanto, es un carné exigible por el personal de migraciones. Los menores de 14 años no tienen esta obligación. Sin embargo, en muchas compañías aéreas lo piden. El DNI es válido para viajar dentro de España y, también, a todos los países de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo (Alemania, Andorra, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Macedonia, Malta, Mónaco, Noruega, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, República Eslovaca, Rumania, San Marino, Suecia y Suiza).
  • Pasaporte: este documento habilita a su portador a viajar a todos los países del mundo (incluso a los ya mencionados de Europa). No obstante, en China, India o Egipto, el pasaporte por sí solo no basta, hay que presentar además un visado de turista. Este requisito es indistinto para los mayores y los menores, de modo que antes de lanzarse a la aventura conviene llamar al consulado del país de destino para preguntar qué documentación solicitan sus autoridades para permitir el ingreso de extranjeros.
  • Autorizaciones especiales: la expedición del pasaporte de un menor -siempre en compañía de sus padres o tutores legales- lleva implícito el consentimiento de los adultos para que ese niño pueda viajar, pero nunca está de más presentar una autorización expresa para emprender la travesía. Este escrito se obtiene en las comisarías de Policía, en los puestos de la Guardia Civil, los juzgados y las notarías, y es especialmente necesario cuando el menor va a viajar solo o a cargo de otras personas que no sean sus padres (con la familia de un amigo del colegio, con sus profesores de instituto...). También es útil cuando sus padres están divorciados y viajar sólo con uno de ellos al extranjero. La autorización es imprescindible si el menor, en lugar de pasaporte, sólo tiene DNI.
  • Libro de familia: si el menor viaja con sus padres, es aconsejable que estos lleven el libro de familia, sobre todo, en España. En general, el libro no es imprescindible para el viaje en sí, sino para realizar la tramitación previa de otros documentos -como el DNI o el pasaporte- puesto que, al no incluir fotografías de los niños, no se considera válido como documento de identificación. Sin embargo, es un elemento más que prueba la relación de consanguinidad y que recoge, a su vez, que esos adultos tienen la patria potestad y la custodia del niño. Cuando el documento lo permite, conviene que los hijos estén inscritos en los pasaportes de sus padres, donde sí figura su fotografía.
  • Tarjeta sanitaria internacional: no es obligatoria en todos los casos, pero varios países la exigen, incluso dentro de la UE. Además de los seguros médicos privados que se puedan contratar, supone una tranquilidad extra para la familia que viaja, ya que habilita a sus titulares a recibir atención médica en los servicios sanitarios públicos del país de destino. La Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) tiene validez por un año y se puede tramitar por Internet o en las dependencias de la Seguridad Social.
  • Vacunación: hay una extensa lista de países a los que no se puede viajar sin haberse vacunado antes contra ciertas enfermedades. Virus que en España se han erradicado, pero que en otros lugares siguen activos. Esto es válido para los mayores y los menores, aunque los niños son más vulnerables y constituyen un grupo de riesgo al que hay que prestar especial atención. En España, hay 77 Centros de Vacunación Internacional especializados en estas cuestiones. En ellos se administran las vacunas obligatorias y las recomendables, se informa sobre ciertas enfermedades y se brinda un servicio sanitario de asesoramiento en materia de medicina al viajero. Aunque la atención es inmediata, conviene acudir con tiempo, ya que algunos tratamientos de vacunación previos al viaje pueden extenderse entre cuatro y seis semanas.
Tramitar el DNI de un menor

  • Cuando se solicita la expedición del Documento Nacional de Identidad, el niño debe ir acompañado por alguno de sus padres o, en su defecto, de su tutor legal.
  • El menor y su representante deberán acudir a un Equipo de Expedición del DNI. Habitualmente, están ubicados en las comisarías de Policía. La cita previa se solicita por teléfono (902.247.364) o por Internet.
  • Los documentos necesarios para realizar el trámite son: la certificación literal de nacimiento (que se expide en el Registro Civil), una fotografía reciente en color del rostro y el certificado o volante de empadronamiento del ayuntamiento donde el niño tenga su domicilio.
  • El adulto que acompaña al menor debe acreditar su identidad (con el DNI, si es español, o con la tarjeta de residente o su pasaporte, si es extranjero). Además, deberá probar la relación de parentesco o la asignación de la tutela mediante el libro de familia o la resolución judicial o administrativa que le atribuya la calidad de tutor o titular de la patria potestad.

Tramitar el pasaporte de un menor

  • Para solicitar el pasaporte es necesario pedir cita previa en el mismo teléfono o la misma página web habilitados para el DNI.
  • El niño debe acudir acompañado de sus padres o tutores legales con una fotografía reciente en color del rostro y el Documento Nacional de Identidad.
  • Puesto que los menores de 14 años no están obligados a tener DNI, si éste fuera el caso, la persona que ejerza la patria potestad o tutela deberá aportar su propio DNI y la certificación literal de nacimiento del niño.
  • Cuando, por la urgencia del viaje, el menor no pueda aportar la certificación literal de nacimiento debido a la demora en su expedición en el Registro Civil, se puede solicitar un pasaporte tipo B. Este documento tiene una vigencia máxima de tres o seis meses. Para obtenerlo, el adulto que ejerce la patria potestad o tutela debe presentar el libro de familia o la resolución judicial de atribución de la tutela, así como el justificante de solicitud de la certificación literal de nacimiento.
  • Los pasaportes normales expedidos a los menores de 14 años que carezcan de DNI tendrán validez hasta que el niño alcance esa edad. La vigencia del documento nunca será superior a cinco años.

12.4.10

Empresas de limpieza profesional: el experto en casa

Es un servicio caro, pero compensa contratarlo para tareas puntuales peligrosas, tras una reforma o antes de mudarse

La casa reluciente y la ropa impecable, igual que la portada de una revista de decoración. Suelos que brillan como nunca. Alfombras que recuperan su color. La campana de la cocina tan limpia como el primer día. Sábanas perfectas, edredones perfumados y toallas esponjosas. ¿Quién no ha imaginado alguna vez que le gustaría llegar a casa tras un largo día de trabajo y encontrarse con esta postal? La escena es posible y, para hacerla realidad, basta con mover un dedo: el que se necesita para llamar a una lavandería y a una empresa de limpieza profesional para contratar sus servicios. Las compañías que se dedican a estos menesteres son cada vez más frecuentes en el ámbito doméstico, aunque sus principales clientes son todavía empresas, instituciones y entidades de gran envergadura. Sus servicios son caros, pero si no se puede afrontar este coste, al menos compensa en ocasiones puntuales.
Sector en alza
La principal actividad de las empresas de limpieza profesional se desarrolla en el sector comercial e industrial, en las grandes superficies, pero también trabajan a pequeña escala, en domicilios particulares y para ocasiones puntuales. En general, desempeñan esta tarea pequeñas y medianas empresas que no cuentan con grandes compañías e industrias entre sus clientes porque carecen de la infraestructura y el personal suficientes para satisfacer sus necesidades. Estas pymes de limpieza no son pocas. Según el Instituto Nacional de Estadística, una tercera parte del sector está compuesto por autónomos, sin asalariados, y otro tercio lo conforman empresas con menos de diez empleados. Ya sea en el ámbito industrial o en el doméstico, su actividad está en alza. Las empresas de limpieza profesional constituyen uno de los pocos sectores del mercado que sortea los embates de la crisis.
Este mercado está en continuo cambio, así como el perfil de sus clientes. Pero, ¿quiénes son los particulares que recurren a las empresas profesionales de limpieza y a las lavanderías? ¿Cuándo lo hacen? ¿El precio compensa? ¿Qué ventajas tiene solicitar estos servicios en lugar de usar la lavadora o contratar a una empleada doméstica? Para responder a estas preguntas es necesario separar ambos negocios, ya que tienen algunas diferencias.
Empresas de limpieza profesional
El coste del servicio no es barato, por lo que sus potenciales clientes deben gozar de cierto poder adquisitivo, sobre todo si se pretende una cierta regularidad. Al igual que ocurre con otros sectores, los precios varían en función de la localidad y la empresa pero, en este caso, también dependen de las dimensiones del piso que se limpie y del tipo de tarea que se solicite.
  • Hay múltiples escenarios, desde grandes chalés hasta pequeños apartamentos. El metraje influye en el coste final, tanto por la cantidad de productos de limpieza necesarios como por las horas de trabajo y el número de empleados que se precisen para realizarlo.
  • En cuanto a las tareas, sucede algo similar: no es lo mismo una limpieza integral, incluso de las persianas y la tapicería del hogar, que la limpieza de una zona puntual, aunque también se haga a fondo.

En líneas generales, los precios oscilan entre 100 y 1.000 euros. En ocasiones, se supera esta cifra. Las empresas justifican la carestía con varios argumentos: la cantidad de personas empleadas, la calidad de los productos, las herramientas profesionales que se utilizan, la dificultad que conllevan algunos trabajos o el desplazamiento, tanto del personal como de la maquinaria. Pero un valor que destaca es la profesionalización y los resultados de limpieza y asepsia.

Por estos motivos, a pesar de su coste, en algunos supuestos resulta conveniente contratar el servicio:
  • Después de haber acometido una reforma.
  • Antes de mudarse, si el piso es de segunda mano.
  • Cuando el inmueble ha estado cerrado durante un largo periodo de tiempo.
  • Cuando en el hogar se ha realizado algún tipo de fumigación con productos químicos nocivos para la salud.
  • Si alguno de los miembros de la familia está convaleciente y en el hogar se necesita el mayor grado de higiene posible.

Al margen de estos casos, compensa encargar tareas puntuales difíciles, engorrosas o peligrosas, como la limpieza de zonas de difícil acceso (persianas, cristales, balcones, lámparas de techo o muebles de altura) y de elementos donde se acumula suciedad "rebelde" (baños, campanas extractoras, horno, alfombras o tapicería).

Lavanderías
Cuando se menciona a este sector, a menudo se piensa en un lavadero industrial, una gran empresa. En este ámbito, es el modelo de negocio más extendido en España. No obstante, en los últimos años se ha registrado un cambio reseñable: la apertura de pequeñas lavanderías, en su mayoría, de autoservicio. Este tipo de establecimientos, de estilo norteamericano y europeo, forma ahora parte del paisaje urbano español.

Sus principales clientes son inmigrantes, personas de paso y gente joven que tiene poco tiempo para realizar ciertas tareas domésticas. También ocurre que algunos pisos carecen de un lugar adecuado para colgar la ropa o que las lavadoras no son adecuadas para determinadas prendas.

Aunque las máquinas domésticas actuales son más grandes que las anteriores, algunas tienen una capacidad insuficiente para el tamaño de ciertas prendas y no aguantan su peso al mojarse. Para ciertos textiles como las cortinas, los edredones, la ropa de cama o, incluso, las toallas grandes -que son difíciles de manejar cuando están húmedos-, hay quien prefiere acudir a un local especializado, que en ocasiones dispone también de servicio de planchado. La ventaja principal es que, además de no derrochar tiempo y esfuerzo, se ahorra dinero: es más caro que lavar en casa, pero más barato que llevar la ropa a la tintorería.

"La imagen de la mujer cubana está muy distorsionada"

La bióloga cubana Eisa Tamayo cambió La Habana por el País Vasco hace siete años para vivir junto su marido, al que conoció en 1996

Eisa Tamayo vive en Euskadi desde hace siete años, aunque su relación con la cultura vasca viene de antes. Concretamente, desde 1996, cuando conoció al hombre que, en la actualidad, es su marido. «Él es de aquí -detalla-, así que pasamos varios años viviendo una relación a distancia». Fue un tiempo marcado por los viajes transoceánicos, con muchas horas al teléfono e infinidad de cartas de ida y vuelta hasta que decidieron «que ya estaba bien; que era hora de vivir juntos».

El proceso, sin embargo, no acabó tan de prisa, pues aún restaba elegir dónde y esa no fue una determinación sencilla. «En un principio, pensamos en que él se trasladara allí porque es cocinero y tenía oportunidades laborales, pero finalmente elegimos Euskadi por la proximidad de su familia, ya que sus padres son personas mayores», relata Eisa.

Para ella, que por aquel entonces trabajaba como responsable medioambiental en una empresa de almacenamiento químico y estaba a punto de recibir un aumento de sueldo, aquel fue «un paso de gigante». Un punto de inflexión: «Mi familia no se opuso a que me fuera de la isla, aunque soy consciente de que mi partida fue muy dura para mis padres. Soy la mayor de mis hermanos y en casa todo el mundo contaba conmigo. Digamos que desempeñaba el papel de samaritana», añade con una sonrisa.

De su viaje -en febrero de 2003- Eisa recuerda que lo encaró «con la mente abierta», entusiasmada por la nueva etapa que comenzaba. «Lo único que me importaba era ser bien recibida y encajar aquí porque sabía que la cultura vasca y la cubana son muy diferentes», explica. También sabía que «hay estereotipos negativos muy arraigados» sobre su país y que, en particular, «la imagen de la mujer cubana está bastante distorsionada».
Desde su punto de vista, la televisión es responsable de buena parte de los prejuicios. «Se muestran mujeres que se venden por cuatro duros porque están sumidas en la pobreza y sólo quieren ligar con algún europeo que las rescate, pero se desconoce todo lo demás, como el trabajo que hacen los hombres y las mujeres en Cuba para sacar adelante al país. Esa idea de la chica fácil está tan asentada que, después, cuando venimos aquí, las mujeres nos perciben como una amenaza y los hombres, como una oportunidad», lamenta.

La diferencia cultural -por ejemplo, en el modo de vestir- hace el resto. «Tengo una amiga, también cubana, que es autónoma y que ha tenido que cambiar su vestuario para que la tomaran en serio, porque notaba que las conversaciones siempre iban hacia otro lado. Me parece que disfrazarse de hombre para poder trabajar es muy triste», subraya.
Buscarse la vida
El terreno laboral es un tema aparte. Aunque Eisa convalidó su titulación hace dos años, aún no ha podido desempeñar su profesión de bióloga. «Ya me habían dicho que sería difícil encontrar un empleo relacionado con mi carrera y está claro que la crisis actual tampoco ayuda», comenta. No obstante, se ha preocupado por mantenerse activa, trabajar «en lo que se puede» y compatibilizar la vida laboral con distintos cursos de capacitación profesional y con la labor en la Asociación Cubana Sierra Maestra, que preside.
«Algunas personas llevan mal tener que trabajar en actividades que no se ajustan a su cualificación profesional, pero a mí no me importa. En Cuba es común. Antes de conseguir aquel empleo como responsable medioambiental, trabajé en muchas otras cosas», relata Eisa, y prosigue: «Allí tienes tienes la ventaja de que puedes estudiar lo que quieras, porque la educación es gratuita, pero no siempre hay plazas de trabajo en lo que a uno le gusta. En general, estamos acostumbrados a desempeñar otras tareas y no pasa nada por eso. En casa me han educado para estar siempre ocupada, haciendo cosas y trabajando. Yo no sé estar quieta y considero que es fundamental ser independiente y autosuficiente», concluye esta cubana, que aquí se ha dedicado al sector comercial.

8.4.10

Trabajos para mayores de 65 años

Más de 130.000 personas que superan la edad de jubilación trabajan en España, aunque su labor se limita a ciertos sectores

Técnicos, profesionales científicos e intelectuales, directivos de empresas y administrativos, trabajadores cualificados en agricultura, pesca, hostelería, comercio, servicios de restauración y ventas, y empleados no cualificados. Mientras para buena parte de la población es difícil imaginar que trabajará hasta los 67 años -máxime cuando impera la noción del Estado de Bienestar y los incentivos para la prejubilación poco después de los 50 años-, otras personas entienden que su actividad laboral es compatible con una edad avanzada y las empresas comienzan a apreciar el valor de la experiencia, el conocimiento y el saber hacer de sus empleados más antiguos. La propuesta de retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años ha creado un debate entre los ciudadanos.
Los estudios realizados, tanto por entes públicos como por instituciones privadas, demuestran que el sistema actual de pensiones no es sostenible en el tiempo y que esta situación se debe, sobre todo, al envejecimiento progresivo de la población. En las próximas décadas algo tendrá que cambiar y, ante esta perspectiva, se han barajado diversas soluciones, desde recurrir al sector privado mediante la contratación individual de planes de pensiones hasta la prolongación obligatoria de la vida laboral. Esta última medida, en particular, es la que más discusiones ha generado, pero entre el asombro, la sorpresa y la indignación se han colado la oposición más acérrima y la aceptación de buen grado.

Empleos 'senior'
Quien haya buscado empleo en el periódico, en los portales especializados o en las bolsas de trabajo sabe que la edad es un factor tan determinante como el nivel de estudios, la preparación o la experiencia demostrable en un puesto similar al que se aspira. La línea crítica, en general, se sitúa en 45 años. A partir de esta edad, la pesquisa se complica. Buena parte de los "trabajo para mayores" son, en realidad, empleos destinados al cuidado de personas ancianas. De un modo u otro, el mercado laboral excluye a los adultos mayores que desean trabajar. La situación plantea dos cuestiones: a qué se dedican los trabajadores mayores de 65 años que desean permanecer activos y a qué tipo de empleo pueden aspirar quienes no trabajan, pero quieren hacerlo.

Entre los sectores de actividad laboral que cuentan con trabajadores mayores de 65 años, la variedad no es muy amplia.
  • En el caso de los hombres, la mayoría son técnicos y profesionales científicos e intelectuales, seguidos de quienes ocupan puestos en la dirección de empresas y en la Administración pública, así como los trabajadores cualificados en agricultura y pesca.
  • En el caso de las mujeres, los sectores más habituales cambian. Aunque también hay un grupo importante de directivas empresariales, administrativas y profesionales científicas e intelectuales, las actividades que más trabajadoras concentran son la hostelería y el comercio, los servicios de restauración y las ventas. Destaca otro grupo muy numeroso de mujeres (más de 9.800) que desempeñan tareas no cualificadas, una cifra tres veces mayor que la de los hombres que ocupan puestos similares.

Las ofertas laborales para quienes tienen más de 65 años no abundan. El acceso a determinados empleos está vedado debido a la edad, ya que el desempeño de ciertas tareas requiere un estado físico más que óptimo (bomberos, operarios de maquinaria pesada, albañiles, etc.).

La brecha en el tipo de trabajos está clara: unos son muy especializados, con unas rentas y unos beneficios sociales importantes (puestos de gerencia o vacantes de investigación en instituciones científicas y universidades), mientras que otros son empleos de baja cualificación y escasa remuneración. En ocasiones, incluso, la paga es nula, como ocurre en el sector del asociacionismo y el voluntariado, o se sustituye el salario fijo por el pago a comisión (vendedores a domicilio o consultoras de belleza).

En cuanto a los empleos con un contrato y un sueldo, destacan:
  • Conserjes y bedeles.
  • Acompañantes de personas mayores y niños.
  • Labores de limpieza.

Dada la acusada presencia del sector femenino en los empleos no cualificados, son las mujeres quienes tienen más posibilidades de encontrar un trabajo pasados los 65 años, si bien la oferta no es siempre atractiva ni compensa.

Mapa de la situación actual
Según datos del Ministerio de Trabajo, un total de 131.595 personas mayores de 65 años cotizan aún a la Seguridad Social. La cifra se ha reducido con la crisis, pero supone un aumento con respecto a 2006, cuando este sector de la población apenas superaba los 100.000 trabajadores. El porcentaje, sin embargo, es bajo en el marco de la Unión Europea, donde España es uno de los países con menor cantidad de personas en activo a partir de 65 años. En la UE, trabaja el 10% de las personas entre 65 y 69 años, y el 5% de quienes tienen entre 70 y 74 años. En nuestro país, en cambio, el volumen se reduce a la mitad (al 5% y al 2%, respectivamente) y la diferencia es más evidente cuando se comparan las cifras con países como Rumania, Portugal, Estonia o Letonia, cuyas tasas de actividad superan el 20%.

Aunque en España se vislumbra un cambio de tendencia, la decisión de mantenerse en el mercado laboral pasada cierta edad todavía no está arraigada. Las motivaciones para alargar la vida laboral son diversas:
  • Aportar ingresos suficientes al hogar.
  • Aumentar las prestaciones de las pensiones de jubilación.
  • Razones ajenas al dinero. Además de los beneficios económicos, los hay físicos, intelectuales y anímicos. Algunas personas disfrutan de su trabajo, tanto por la tarea en sí como por las actividades paralelas asociadas -salir de casa, sentirse útil, relacionarse con los demás y comprobar que, a pesar de la edad se tiene mucho que aportar a la empresa, la profesión y la sociedad-.

6.4.10

Pagar la comunión a plazos

En un contexto de crisis con tendencia a la austeridad y los recortes, la financiación de los comerciantes se suma a los créditos bancarios

La primera comunión es una de las celebraciones familiares más importantes, pero también más caras. Algunas familias se aprovechan de las propuestas de financiación de los comerciantes y solicitan un préstamo para abonar el importe de la celebración, que oscila entre 3.000 y 4.000 euros. Aunque el sacramento no tiene coste como tal, la organización supone un esfuerzo económico notable y, junto con las bodas, encabeza la lista de los eventos más costosos para cualquier familia de clase media. El mejor traje, los zapatos más bonitos, la merienda más sabrosa y un regalo para recordar se suman a los complementos, el fotógrafo profesional y un encuentro numeroso. Un desembolso de esta magnitud se nota en casi todos los hogares y resiente de modo muy serio la economía doméstica.
Los préstamos, protagonistas
La mayoría de familias que se endeudan para celebrar una comunión recurren al camino clásico: los préstamos personales. El coste de una comunión es inferior al de una boda, ronda 3.000 euros, por lo que se dedica poco tiempo a buscar alternativas o se opta por un préstamo exprés. No obstante, este comportamiento poco meditado de los consumidores supone, en general, problemas. El inconveniente más serio es verse envuelto en un compromiso con el que no se puede cumplir. Hay que leer siempre la "letra pequeña" porque en ocasiones las condiciones son muy estrictas, hay intereses y comisiones "sorpresa" o penalizaciones demasiado duras para el supuesto de que el cliente se atrase en un pago mensual. El índice de morosidad se ha disparado en apenas dos años. Si en 2007 no llegaba al 0,75%, hoy supera el 5%. En el caso de las financieras, la deuda de los clientes representa casi el 10% del total del crédito.

Otro inconveniente que ocasionan las prisas es que impiden acceder a algunos beneficios puntuales. Dejar a un lado los préstamos específicos equivale a cerrar la puerta a algunas ventajas que las entidades proponen como parte de sus promociones. Entre otras, pactar un interés fijo que rija durante toda la vida del préstamo, tener la posibilidad de reducir ese plazo (o el importe de las cuotas) mediante amortizaciones anticipadas u obtener unas mejores condiciones para familias numerosas.

España ha vivido una década de bonanza económica que, hasta hace un par de años, permitía afrontar los costes de una primera comunión en metálico o utilizar las tarjetas sin miedo. Al amparo de ese contexto de tranquilidad, los préstamos y los créditos para este tipo de celebraciones crecieron sin medida. Quien no podía pagar el convite en efectivo, lo hacía a plazos "con intereses". El mercado financiero alcanzó tal nivel de refinamiento, que creó productos específicos para costear bodas y comuniones. Sin embargo, la situación ha cambiado y hay que estudiar muy bien todas las opciones.

Los vendedores
A los créditos y préstamos concedidos por las entidades financieras se suman otras iniciativas que permiten a los consumidores aplazar el pago de algunos gastos. En los dos últimos años, sobre todo en 2009, han aumentado los clientes que solicitan aplazar el pago o hacerlo en cuotas. Los propios comerciantes brindan esta posibilidad para asegurarse las ventas y mantener el volumen, aunque haya un mayor margen de riesgo. En algunos casos, es posible comprar un vestido y pagarlo en seis plazos o al cabo de tres meses.

Austeridad, gangas y cuotas
En un contexto económico que no invita demasiado al festejo, priman el ahorro, la moderación y la austeridad. Si bien se utiliza la tarjeta de crédito y se acude a los establecimientos financieros en busca de un préstamo, la consigna fundamental es reducir el monto que se pide y endeudarse lo mínimo posible. Para lograrlo no hay fórmulas mágicas: es necesario economizar, renunciar a algunas compras o abaratar sus costes, y negociar cierta flexibilidad en los pagos a los proveedores.

Este giro se nota, en especial, en el sector comercial y el de servicios. Los dependientes de las tiendas, los propietarios de los establecimientos hosteleros y otros profesionales (como los fotógrafos) son quienes más perciben este cambio, una transformación cuyo punto de origen está en la crisis económica. Eso sí, la manera de manifestarla tiene matices. Incluso hay perfiles, ya que no todo el mundo reacciona igual:
  • La austeridad no tiene precio.
    En un buen número de casos, el talante fastuoso de las primeras comuniones ha desaparecido casi por completo. Se conserva lo esencial de la celebración, pero se prescinde de todo lo accesorio. Para muchas familias "menos es más" y encaran la organización de la ceremonia con el convencimiento de que cuanto más sencilla sea, mejor resultará. En estos casos, se llega hasta donde se puede pagar. La ropa es más simple, la celebración se festeja en casa y las fotos corren a cargo de algún pariente o amigo.
  • El gasto selectivo.
    Otra solución es gastar el dinero de manera selectiva. Para ello, hay que hacer un listado de los elementos necesarios (como el traje, las flores, los complementos, la comida o el regalo), ordenarlos por prioridades, adjuntar su precio estimativo y tener claro con qué presupuesto se cuenta. Lo más difícil es elegir. Para algunas familias, lo fundamental será la ropa y los complementos de los pequeños. Otras pondrán el acento en el obsequio o en la reunión familiar.
  • Parecido por menos.
    Las familias que se preocupan más por no excederse en los gastos, pero consideran que una comunión sin todos los elementos tradicionales no es lo mismo, adquieren ropa o servicios más económicos, contratan un reportaje fotográfico más sencillo o reducen el número de invitados.
  • Celebración sin recortes.
    Para algunas familias, las primeras comuniones son acontecimientos únicos e irrepetibles y hay que celebrarlas sin escatimar gastos. Este grupo es el más vulnerable a solicitar un préstamo o un crédito.
No precipitarse ni excederse
  • Antes de pedir dinero prestado, es conveniente estudiar las alternativas del mercado y las condiciones del producto que se contratará.
  • Solicitar el menor importe posible ayudará a librarse con mayor rapidez de la deuda contraída. Hay que dejar un margen para los imprevistos.
  • Elaborar un presupuesto de gastos y establecer un tope máximo siempre es útil para organizarse. Lo siguiente es consultar en varios comercios para comparar precios, ofertas y oportunidades. Muchas tiendas pequeñas ofrecen planes de financiación o descuentos.
  • No hay que olvidar el valor de la creatividad, en especial, cuando contribuye a ahorrar dinero.

5.4.10

"Agradezco a los vascos su confianza y su solidaridad"

El cooperante marroquí Hassan Zahid llegó a Bilbao hace un mes y encabeza una campaña para llevar ropa y juguetes a los niños bereberes

Hassan está entusiasmado. Lleva poco tiempo en Bilbao -«apenas un mes y seis días»-, pero sabe que venir fue un acierto. Antes de llegar al País Vasco, este joven marroquí de 29 años vivió en unas cuantas ciudades de España, como Almería, Huelva o Valencia. Por su experiencia, sostiene que «la gente de aquí es diferente. Hay más solidaridad y las personas son majas».

Hassan se marchó de su país hace dos años. Trabajaba en la construcción, pero la remuneración no era buena. «No ganaba lo suficiente para ayudar a mi familia», dice. Y, cuando habla de 'familia', se refiere a doce hermanos y una veintena de sobrinos. «Sólo con mis hermanos, podríamos tener un equipo de fútbol. Y si nos juntábamos todos, mira, ¡celebrábamos un derby!», agrega entre risas.

Su sentido del humor contrasta con una realidad muy dura que él conoce de cerca: la pobreza del país. «Hay zonas de Marruecos donde la gente y, en especial, la infancia, tiene muchas carencias -explica-. Para que te hagas una idea, hay pocas escuelas, así que las clases reúnen a niños de diferentes edades y con distintos niveles. La verdad es que hace falta de todo», lamenta.
Precisamente por ello, Hassan ha organizado una campaña junto a la Asociación Zabaloetxe y varios jóvenes vascos cuyo objetivo es llevar ropa y juguetes a los niños más desfavorecidos de la población bereber. En las últimas semanas, el grupo de voluntarios ha estado recogiendo a domicilio este tipo de artículos y ahora, que ya han reunido un cargamento importante, se preparan para marchar. «La idea es partir esta semana. Tenemos un montón de cosas y un par de furgonetas, aunque para llevar los juguetes nos hace falta un camión», señala.

Su gratitud con los vascos pasa por varios niveles. El primero, «la generosidad que han demostrado donando cosas para los niños». Hassan confiesa que no esperaba tanta receptividad y tampoco imaginaba que podría formar en tan poco tiempo un equipo de voluntarios que se sumaran a la causa. «Como te decía antes, llevo aquí sólo un mes. Nadie me conoce de nada y, sin embargo, fíjate. El proyecto está saliendo muy bien. Agradezco a los vascos su confianza y su solidaridad».
Dejar los estudios
Mejorar las condiciones de vida en un país con escasos recursos tiene efectos positivos a largo plazo. «Si la gente tiene lo que necesita para vivir, no piensa en marcharse de cualquier modo», razona Hassan. En su caso, habría terminado la universidad y habría accedido a un empleo cualificado con un sueldo mejor. «Tuve que dejar los estudios porque eran muy caros y en casa no podíamos costearlos», dice con pena.
«Yo me fui de mi país por esa razón. Quería tener un trabajo estable y un salario fijo para ayudar a los míos, pero elegí mal el momento», explica este joven, que no contaba con la crisis ni imaginaba que la situación económica sería tan grave. «La mayoría de los marroquíes pensamos que en Europa todo es más fácil porque esa es la imagen que se transmite en las noticias y en la televisión», añade.

Con su proyecto laboral en pausa, Hassan ha decidido volcarse en la labor social. «En este momento, no tengo trabajo, pero eso no es excusa para quedarme quieto. Si no tengo una ocupación laboral, al menos quiero hacer algo útil con mi tiempo», afirma, aunque su vocación de cooperante no es nueva, pues ya en Marruecos compaginaba sus obligaciones en la construcción con el voluntariado.

«Me dedicaba a las mujeres que se habían quedado viudas y tenían niños a su cargo. Intentaba ayudarlas porque, al estar solas, todo se les hacía más difícil. Si ya es complicado mantener una familia entre dos, imagina su situación. Si el padre deja la vida, la madre siempre tiene problemas», describe Hassan. Y se queda corto. En su país, el 89% de las mujeres que viven en el medio rural son analfabetas.

1.4.10

El gusto de vestirse en colores

Las Pepas // Diseño argentino en Bilbao

La historia de este local comenzó con un viaje a Argentina. Allí, en Buenos Aires, Laura Urquijo conoció a Rosa Hoffman, una exitosa diseñadora de moda que tenía tiendas en varios países, aunque su firma aún no había recalado en Europa. El toque vanguardista de la ropa, su calidad y originalidad sorprendieron a Laura e hicieron posible ese paso: en diciembre de 2005, y con ayuda de sus hermanas, abrió una tienda en Bilbao, la primera en la ciudad, el país y el continente que reunía exclusivamente prendas de la creadora argentina. Así fue como nació Las Pepas de este lado del Atlántico.

Cuatro años después, sus únicos puntos de venta se encuentran en el País Vasco. De ahí que, habitualmente, las chicas reciban visitas de fuera. Cantabria, Navarra y Asturias encabezan la lista de comunidades que siguen con atención sus propuestas. Al parecer, quienes prueban repiten, así que atención si os encontráis más lejos. ¿Qué tiene Las Pepas que tanto engancha a las chicas? Básicamente, una amplia gama de prendas originales, desenfadadas y coloristas que sólo encontrarás aquí.

Fiel a su origen, el material estrella de la tienda es el cuero: en bolsos, faldas, abrigos y cinturones con diferentes texturas y colores. Ahora que comienza el buen tiempo, el local ofrece diseños exclusivos ideales para primavera. Pero, además, la firma de Rosa Hoffman cuenta con otras propuestas, como vestidos, blusas y complementos, que destilan creatividad. De hecho, éste es el punto fuerte de la tienda: una gran variedad de opciones que no verás en otro sitio y que entusiasma a renovar el armario. Si quieres darte un capricho, salirte de lo habitual o lucir prendas de diseño a un precio asequible, ya sabes cuál es tu sitio.

BILBAO. Colón de Larreategui, 25. Tel. 944 245 814. www.laspepas.com.ar