Junto a la puerta de su comercio, en la acera, Aurora coloca dos sillas de espaldas al escaparate. Se sienta en una, ofrece amablemente la otra y le pide a una de sus hijas que traiga algo fresco para beber. Hace calor en Las Arenas, aunque son las ocho y media de la tarde y las nubes dan un poco de tregua. «En mi país es peor -compara a modo de consuelo-. Ir allí en esta época es terrible; sobre todo, cuando te acostumbras a este clima tan bueno. Manila también es cálida en diciembre».
Aurora interrumpe su reflexión para agradecerle a su hija el par de latas que trae. «Salamat», le dice antes de abrirlas y continuar con la conversación. El resto de la entrevista será así, en la acera, con frases construidas en tagalo, inglés y castellano, degustando un refresco de agua de coco natural, muy típico de Filipinas. «Allí hay muchos zumos de frutas distintos, pero el de coco es el más rico, y es muy bueno para la salud».
Aurora es una mujer sencilla, habla con amabilidad y parece que dibuja las palabras con la sonrisa; incluso para contar que no pudo hacer una carrera y que empezó a trabajar cuando tenía 16 años. «Sólo pude estudiar hasta sexto de primaria, pero soy fuerte y siempre puse toda mi energía en progresar. Aunque tenía a mis padres, nunca acepté su dinero. Quería tener lo mío, valerme por mí misma y salir del país, ver más allá», explica hoy, a sus 53 años, cuando ya es madre de cuatro hijos y abuela de seis nietos.
Eso sí, de tercera edad o pasividad, ni hablar. «Lo que tengo lo he hecho trabajando y no puedo ni quiero parar», dice. Es verdad que, cada año, viaja a Filipinas para disfrutar de su chalé y visitar a sus hermanos, pero no es menos cierto que, en los once meses restantes, no descansa ni un solo día. «Así pude ahorrar dinero para poner esta tienda», señala. Y ahora que ya la tiene, sigue trabajando en casas de familia para «compensar, porque todo ayuda a cubrir gastos. Además, me gustaría poner otra tienda para mis hijas».
Claro que, llegado el momento, debería plantearse montar un restaurante, ya que Aurora es una experta cocinera y ese don en los fogones le abrió las puertas del mundo. «Empecé trabajando en el Consulado de Italia. Después trabajé en el de Taiwán y, finalmente, en el de España. Estuve mucho tiempo al servicio del cónsul Gustavo de Arístegui, y, de hecho, viví varios años en Jordania cuando trabajó en la embajada de aquel país. Cuando regresó aquí, me ofreció continuar», relata.
Fuerza de voluntad
Aunque podría haberse quedado en Filipinas, aceptó el ofrecimiento y viajó. «Llegué en 1996 y el primer lugar donde viví fue Logroño. Allí estuve cuidando a un señor mayor, familiar del cónsul, hasta que falleció. En ese momento, tuve que decidir qué hacer y me pareció buena idea venir aquí, a Las Arenas, donde residía una amiga mía».
Aurora pasó de preparar menús de lujo para cuarenta comensales a trabajar en casas de particulares y cocinar para los suyos. Vivió durante un año en Londres, pero volvió. «Todos mis hijos están aquí... Claro que echo de menos a mis hermanos y mis sobrinos, por eso voy todos los años a verles. En un terreno que heredé de mis padres hice construir el chalé, así tengo dónde hospedarme, y uno de mis sobrinos se encarga del cuidado del terreno y el ganado».
Pero volver allí definitivamente no es una opción. «Soy feliz aquí, en el País Vasco. Trabajo todos los días y tengo mi propia vida. Todo es perfecto, no estoy sola y me gustaría vivir aquí para siempre», manifiesta con una sonrisa aún más amplia. «Tengo mucha fuerza de voluntad y creo que cualquiera puede alcanzar sus metas si se esfuerza de verdad. Yo quería elegir mi propio camino y lo he hecho. Eso me reconforta».
2 comentarios:
hola Laura:me llamo gorka y me gustaria saber donde esta exactamente la tienda de aurora, mi mujer es tambien filipina y me gustaria poder comprar comida pinoy, gracias! maraming salamat po!
Hola Gorka, muchas gracias por tu mensaje. La tienda está en Las Arenas, en la calle paralela a donde está la salida del metro, hacia el lado opuesto de la ría. Creo que se llama Calle de Santa Eugenia. Si caminas por esa calle en dirección a Lamiako, el local ('Aurora') está justo en la esquina, al llegar a una rotonda. Espero que mis indicaciones te sirvan... Por si acaso, el teléfono de la tienda es 94.608.05.55
Un abrazo para ti y tu señora. Salamat. Eskerrik Asko.
Publicar un comentario