Los fines de semana son intensos para él; sobre todo, cuando hay Liga. Además de gestionar una conocida sala de fiestas bilbaína -donde trabaja como encargado-, este colombiano de 35 años se deja la piel y la garganta junto al césped. Lo suyo es el deporte, el fútbol en particular, y solo hay una cosa en el mundo que le gusta más que ver un partido: contarlo.
Residente en Bilbao desde hace algo más de diez años, John Jairo Olarte fue el primer inmigrante latino acreditado para transmitir los partidos del Athletic y de la Liga española, «dos cosas que siempre había querido hacer», pero que, al principio, veía solo como un sueño difícil de hacer realidad. «Desde pequeño me encanta el fútbol -afirma-. Cuando era niño, escuchaba a los cronistas de radio y me ponía a repetir lo que decían. Siempre quise dedicarme a esto; lo que nunca imaginé es que conseguiría hacerlo y en otra parte del mundo», argumenta.
Claro que no todo fue coser y cantar goles. Para llegar a eso, tuvo que recorrer un largo camino y el primer paso fue muy duro: dejar atrás su vida en Colombia. «Mi madre y mi hermana llevaban un par de años aquí y me insistían para que viniera a labrarme un futuro mejor. Entonces, yo tenía un buen trabajo en mi país. Me dedicaba al comercio y tenía un taxi. Por eso, la idea de marcharme no me gustaba mucho. No veía muy claro eso de empezar de cero, sin casa propia, lejos de mi ciudad y mis amigos», relata.
Pero la familia pudo más y, después de mucho pensar, John se lanzó a la aventura junto a su esposa y su primer hijo (el segundo nació aquí hace un lustro). «Emigrar es realmente duro al principio. Te faltan los amigos, las costumbres, lo que hacías a diario... El entorno es diferente y lleva tiempo adaptarse», explica, aunque también reconoce que él fue «un afortunado».
«Un día fui a un locutorio en Deusto y había dos personas llenando currículos. En la cafetería de enfrente, la Casa Vasca, estaban buscando camareros. Fui allí, entré y completé mi solicitud. Poco después me recibió el dueño que, al ver el folio, me dijo: '¡Pero si solo has puesto tu nombre y que eres de Colombia! Aquí no aparece ni tu DNI'. Yo le expliqué que llevaba solo veinte días en Bilbao y le pedí una oportunidad para aprender y trabajar. Él me puso a hacer un curso con los 'maîtres', aprendí el oficio e hicimos los papeles. Él creyó en mí y, en ese momento, empezó mi amor por la gente de Bilbao y por su cultura».
Público internacional
La gratitud de John Jairo hacia los vascos y el gusto por sus costumbres se potencia con el deporte. «Siempre he admirado que tengan tanto sentido de pertenencia en la comida, en el idioma, en las tradiciones y, cómo no, en el fútbol. El Athletic es uno de los pocos equipos que sigue remando contracorriente y sigue resaltando igual frente a los grandes clubes que contratan jugadores de otros sitios y grandes estrellas», opina.
Desde que empezó a hacer sus pinitos en la radio, John fantaseaba con transmitir los partidos de la rojiblanca. Hasta que, en un momento, juntó valor y se presentó ante el club. «Costó mucho conseguir las acreditaciones -recuerda-. Empezamos transmitiendo los partidos amistosos, luego la pretemporada, y ahora, después de varios años, ya tenemos una cabina propia».
Desde allí transmite los encuentros «al estilo sudamericano; con más emoción a la hora de gritar un gol, viviendo cada pase y cada jugada para que quien no los vea, los sienta», describe John que, entre sus oyentes, cuenta con muchos forofos latinoamericanos residentes en la capital vizcaína y un gran número de bilbaínos afincados en Colombia. «Me llena de orgullo que la gente nos escuche allí y aquí, en sus casas y en los bares. Siento al Athletic como mi equipo y relatar sus partidos representa un honor para mí».
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