4.4.11

Aterciopelados, con los pies (y el corazón) en la tierra


"Cada vez estamos más comprometidos con las causas sociales, ecológicas, de género y de minorías", asegura este dúo colombiano que acaba de ofrecer una intensa gira por Austria y España, y que ahora se prepara para cantar en Costa Rica. En esta entrevista, Andrea Echeverri y Héctor Buitrago nos cuentan dónde ponen la nota con su música

Él, Hector Buitrago, venía de tocar en una banda de hardcore que se llamaba La Pestilencia. Ella, Andrea Echeverri, tenía una marcada influencia folclórica, de boleros y rancheras, que le había legado su madre. Muy distintos -pero no distantes-, comprobaron por sí mismos que las diferencias pueden contener un enorme potencial de creatividad. Desde hace más de 20 años, Andrea y Héctor son Aterciopelados, una de las bandas más innovadoras de Latinoamérica, que se desmarca de los clichés para hablar de lo que les importa “con un lenguaje propio”.


-¿Cuánto habéis cambiado desde vuestros inicios?

-Mucho... Hay una canción clásica que dice: “Yo también tuve 20 años y un corazón vagabundo; yo también tuve alegrías y profundos desengaños...” Lo nuestro son 20 años de trabajo, aprendizaje y experimentación. Y, como no hemos aprendido música en una academia, lo hemos hecho en la universidad de la vida, en los escenarios y los discos. Allí construimos nuestro lenguaje, con mucha identidad, raíz, folclore y modernidad. Además, conceptualmente cada vez estamos más comprometidos con causas sociales, ecológicas, de género y de minorías.

-Entonces, ¿tenéis “temas fetiche”?

-Sí, nuestros caballitos de batalla son la reivindicación de la mujer y de las minorías en general; como los indígenas, los campesinos o los desplazados. También nos interesa el tema ambiental y, por supuesto, los derechos humanos. Las canciones en contra de la violencia son muy importantes para nosotros, pues vivimos en un país azotado por este flagelo. En cuanto a la mujer, es un tema que abarca desde ir en contra del objeto sexual en que nos han convertido, hasta mostrar una imagen más maternal, más combativa, más real.

-¿Y qué papel ocupan la protesta y las reivindicaciones en vuestro trabajo artístico?

-Uno importante. Alimentan muchos fuegos, esparcen, contagian... Ahí tienes nuestra Canción Protesta, un tema que está incluido en el disco Oye y que se ha convertido por sí solo en todo un símbolo musical de las luchas. Desde que fue escogido por Amnistía Internacional para conmemorar el sexagésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, este tema se convirtió en todo un himno multicultural en defensa de los derechos de las personas.

-¿Cómo incidió ese reconocimiento en vuestra carrera?

-A nivel personal, fue toda una estatuilla.

-A propósito de estatuillas... ¿Habéis notado cambios por parte del público, la crítica o las discográficas tras haber ganado los premios Grammy?

-Eso es lo que se pone en las biografías y en las referencias y, la verdad, no sabemos porqué...

-Pero, ¿creéis que en Latinoamérica todavía se busca la aprobación desde fuera, o pensáis que eso está cambiando?

-A nivel musical, el gusto español y el latino son muy distintos. Sin embargo, por estos lares, si viajas te miran con cierto respeto aunque no gusten de tu música.

-La colaboración con otros músicos -como Búnbury, por ejemplo- ¿os ha abierto una puerta a España?

-No estamos muy seguros de eso... Más bien te diríamos que el trabajo en España es casi una labor contracultural. Lento pero seguro, vamos construyendo un lugar digno para el conquistado, el tercermundista, el que no tiene visa, el sudaka que tiene el mejor swing.

-¿Y qué ocurre en otros países, por ejemplo, cuando váis de gira a sitios donde no se habla español?

-Generalmente, llegan muchos colombianos y latinoamericanos a donde tocamos. Pero, si el lugar es de un país inglés, intentamos hacer alguna conexión hablando de las canciones, explicando de qué se tratan o qué cosas nos parecen importantes.

-¿La conexión con el público es distinta?

-Sí. Por ejemplo, cuando fuimos a Australia aprendimos algo muy bonito que hacen allá, y que consiste en saludar a los pueblos originarios de la zona donde estás tocando. Eso, además, queda muy bien para la propuesta aterciopelada, que también busca recuperar lo ritual y respeta profundamente nuestras culturas ancestrales.

-Una “propuesta aterciopelada” que muchas veces se ha intentado definir. ¿Lo vuestro es música ecléctica, de fusión, de raíces...?

-Lo nuestro es música ritual, música sanadora, canción conjuro.

-¿Y qué hay de las influencias?

-Son tan variadas como el arcoiris. Podemos citar, por ejemplo, el bolero, la ranchera, la salsa, el punk, el folclore, la electrónica, el hardcore (en su momento), el rock, el pop, la balada, la música devocional, el gospel...

-Os preguntábamos antes por los “temas fetiche”. También nos gustaría saber si tenéis “temas tabú”. ¿Hay asuntos sobre los que jamás compondríais?

-Hemos escrito canciones sobre el desplazamiento, ya que en Colombia hay cuatro millones de personas obligadas a huir por la violencia. También sobre los falsos positivos; es decir, los asesinatos de Estado... El tema de una canción es siempre lo más difícil. Pero, una vez que lo logras, tienes el resto. Creemos que un tema debe ser importante para ti, esencial. Debe mover tu espíritu y tu sensibilidad; sino, no vale la pena.

-¿Es por ello que a lo largo de estas dos décadas, además de trabajar en conjunto, habéis desarrollado otros proyectos musicales?

-Sí. En estos años también ha habido espacio para otras propuestas más personales en los discos Andrea Echeverri 1 y 2, y en los Conhector, respectivamente.

-¿Seguís trabajando en esa línea?

-Sí. En Colombia, acabamos de lanzar el segundo disco de Andrea Echeverri, y Héctor está terminando Conhector 2. Un cambio importante sucedió hace muy poco, con el Andrea Echeverri 2, donde por primera vez yo me lancé a producir, grabar, diseñar, y hasta a hacer vídeo.

-¿Es necesario tomarse un descanso creativo?

-Es importante hacer lo que sientes.

-Os interesan los temas sociales, humanitarios y de minorías. ¿Qué opináis sobre las barreras políticas y administrativas que se levantan para impedir las migraciones?

-Opinamos nuestra Canción Bandera y lo que se refleja en su hermoso vídeo. ¿Tienes la letra?

-“Quién me limita este, mi planeta, si soy tercermundista y empaco mis maletas...”

-“...Que quién es usted, que dónde nací, entonces no puede venir por aquí... Cómo te vas a aprovechar de que no tengo papeles, de que soy ilegal; mi trabajo humilde y tenaz vale lo mismo que el tuyo, o quizá más”. Eso pensamos.

No hay comentarios: