Como siempre, las fiestas populares constituyeron un espacio de encuentro. Pero, esta vez, casi todas las actividades contaron con la participación de los nuevos vecinos; la mayoría de ellos, extranjeros. "Las fiestas de San Fausto son muy importantes en el municipio. Tienen un carácter identitario muy fuerte y, además, son muy democráticas, porque más del 80% del pueblo participa en ellas de manera activa", explica a modo de antecedente el técnico de inmigración Xabier Andrés Uriarte. "En esas fechas, el pueblo entero se convierte en color y las celebraciones son muy participativas, ya que todo el mundo se vuelca a vivirlas", agrega.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, los responsables de inmigración en el ayuntamiento comenzaron a observar que las personas extranjeras no participaban de los festejos. "Al no tener relaciones sociales, veían la fiesta desde la barrera", dicen. Ese fue, precisamente, el punto de partida de un proyecto social novedoso. El objetivo: integrar a los nuevos residentes. El método: organizar charlas informativas para explicarles las costumbres de las fiestas. En resumen, para que se sintieran parte de ellas.
La actividad, que se realizó en dos jornadas, contó con la colaboración de la comisión de fiestas Herriko Taldeak. En esos días, los protagonistas de las fiestas (las cuadrillas y las txoznas) explicaron a los nuevos residentes cómo se preparan las distintas actividades y cuáles son los principales elementos, como la escarabillera, la bajada, el zurrakapote o el diseño de las lonjas. A estas jornadas asistieron unos 50 extranjeros, que fueron invitados a participar activamente en la fiesta. El resultado se ve en la foto de arriba: Mbaye Thiam, de Senegal, se lo pasó en grande con la sokatira.
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