22.12.09

Comunidad hiperlocal: los vecinos aconsejan

El barrio y la comunidad se revalorizan como fuente fiable de información y conocimiento

Las herramientas de comunicación avanzan a paso de gigante. Google, Facebook, Twitter, conexiones vía satélite, blogs, periódicos y revistas on line, noticias en el móvil, ordenadores portátiles con conexión a Internet, antenas de radio y televisión que emiten desde (y hacia) todas las partes del mundo. Cada vez es más sencillo estar informado; saber qué pasa en Afganistán, en Somalia o en Honduras. Conocer en tiempo real el desarrollo de una reunión y desayunar mientras se escuchan las noticias en una emisora extranjera. La globalización en un hecho, ¿pero qué pasa con el barrio? ¿Cuánto se sabe de lo que ocurre en la calle? ¿A quién se puede preguntar si la nueva carnicería tiene productos de calidad o por qué se han registrado varios cortes de luz en una semana? Varios jóvenes emprendedores de distintos puntos del país se han hecho estas preguntas y han sacado algunas conclusiones. La primera: los grandes medios de comunicación no recogen el día a día de los barrios, excepto cuando ocurre algo importante que los coloca en los titulares del telediario. La segunda: es más fácil enterarse de lo que ocurre al otro lado del mundo que conocer la actualidad del vecindario. Y la tercera: los vecinos desempeñan un papel fundamental en la sociedad y en la vida cotidiana, aunque cada vez haya menos tiempo para detenerse unos minutos en la acera, en la tienda de la esquina o en el portal con el fin de hacer alguna consulta o conversar.

Regreso al ámbito hiperlocal
El resultado de estas reflexiones se ha traducido hasta el momento en dos periódicos digitales de barrio (gestionados por la empresa Intropía, en Madrid) y en el portal Askaro (contracción de la expresión sajona "ask around", preguntar alrededor), una nueva plataforma hiperlocal que da cabida a la información de los barrios de varias ciudades del mundo. Ambas iniciativas, de reciente creación, vieron la luz por separado de manera diferente. Sin embargo, comparten un mismo objetivo: rescatar el valor de la comunidad y los vecinos como fuentes fiables de información y conocimiento. La intención es "hacer barrio" y ofrecer a éste una nueva plaza, como señala Luis de la Cruz. El cofundador de Intropía, responsable de los periódicos 'Somos Centro' y 'Somos Malasaña', comentaba en una reciente entrevista con CONSUMER EROSKI que el punto de partida para dar vida a estos proyectos fue conversar con todos los agentes sociales de los barrios; retomar la costumbre de hablar, preguntar y estar en contacto.

En pleno siglo XXI, cuando la tecnología se cuela en todas las facetas de la vida cotidiana, De la Cruz utiliza el símil de la plaza, un lugar tradicional de intercambio y encuentro. No es el único. Algo parecido hace Eduardo Manchón que, al hablar de Askaro (el portal que acaba de crear junto a Ubaldo Huerta), resucita la expresión del "boca a boca", el modo más primitivo de enterarse de la actualidad del barrio. El objetivo es regenerar la comunicación entre los vecinos. Para ello diseñaron esta herramienta, que sirve para intercambiar información útil de manera desinteresada y colaborativa. Se ofrece la infraestructura y los vecinos determinan el contenido. Puesto que el portal es muy reciente, todavía se desconoce de qué manera evolucionará, pero se espera que que se convierta en un espacio de colaboración ciudadana, más que un sitio de promoción comercial.
Los temas que despiertan interés
Tanto en Askaro como en los periódicos digitales de Intropía, la participación es la clave. Sin esa interacción no podrían mantenerse. En los diarios 'Somos Centro' y 'Somos Malasaña', los vecinos pueden dejar constancia de sus inquietudes, plantear temas y hasta abrir sus propios blogs. En el caso de Askaro no hay noticias, sino las preguntas y respuestas de los usuarios.

Cualquiera de los tres sitios web abarca curiosidades y variedad de asuntos como para escribir un libro de anécdotas. No obstante, se detectan algunas líneas temáticas fundamentales:
  • Problemas de convivencia urbana. Las preguntas, quejas y denuncias sobre los comportamientos de otros ciudadanos o los fallos en los servicios y las infraestructuras son moneda de uso corriente en estos portales. Cuestiones como dónde aparcar, quejas por el ruido de las persianas de los bares, toques de atención a los ayuntamientos por los servicios de recogidas de basura, solicitudes de mobiliario urbano (incluido un urinario público) o preguntas sobre por qué no se reparan los baches de una calle determinada son frecuentes cada día en estas páginas web. No faltan tampoco las discusiones sobre la peatonalización de algunas zonas, las propuestas para mejorar el estado de los monumentos o las preguntas acerca de quiénes son los dueños de muchas fincas abandonadas. En cuanto a los servicios, hay quienes incluso interrogan a sus "vecinos virtuales" sobre por qué el agua sabe a cloro en algunas partes de la ciudad o hasta cuándo durará un corte en el metro.
  • Ocio y alimentación. Ésta es otra de las grandes líneas temáticas de las páginas hiperlocales. ¿Cuál es el bar más barato del barrio? ¿Dónde sirven buenas tapas? ¿Cuál es la mejor zona comercial? Respecto a la gastronomía, la diversidad de preguntas y respuestas es amplísima. Lo mismo puede decirse del ocio, otro gran protagonista de la comunidad virtual. Recomendaciones de restaurantes, direcciones de cines que proyectan filmes en versión original, pubs de ambiente tranquilo o lugares con conexión wifi gratuita son consultas habituales. Incluso hay quien se anima a pedir consejo sobre dónde pasar la tarde con los niños porque se le han agotado las ideas.
  • Vivienda. Los temas relacionados con el hogar ocupan un lugar muy importante en estas iniciativas, desde cuestiones generales, como preguntar por pisos que se alquilen en la zona o pedir recomendaciones sobre algún administrador de fincas, hasta preguntas particulares, como solicitar el teléfono de un fontanero de confianza, un pintor económico o la dirección de un especialista en plagas para erradicar una invasión de chinches en el edificio.
  • Servicios varios. Los mensajes que solicitan datos sobre comercios y servicios específicos son los más variados. Se consulta sobre videoclubes, peluquerías, centros de estética o puntos de venta de té natural. También hay numerosos "post" acerca del clásico "manitas" con experiencia, una buena canguro para confiarle el cuidado de los niños o locales donde adquirir un casco para la moto a un precio asequible.
¿Es fiable?
El listado de consultas podría ocupar varias páginas. Sin embargo, hay una pregunta fundamental: ¿son fiables las respuestas? Este asunto no es menor, sobre todo en asuntos delicados, como la elección de una niñera, una guardería o un centro de estética, vinculado a la salud. Si bien es necesario registrarse para poder participar, y este proceso requiere facilitar una dirección de correo electrónico a los administradores, en ningún momento se exige al usuario que aporte sus datos reales. Se genera un cierto anonimato que ampara a los vecinos y podría dar lugar a respuestas tendenciosas o malintencionadas.

No obstante, en el caso de los periódicos de barrio se lleva a cabo una gestión de contenidos. La exigencia por parte de los periodistas es dar un contexto y contrastar las informaciones o los vídeos que se envían antes de publicarlos. Askaro funciona de modo diferente: al no disponer de un equipo humano encargado de filtrar los contenidos, son los propios usuarios quienes los controlan. El modelo se enmarca en la construcción del conocimiento colectivo (como la Wikipedia), donde cada uno aporta sus conocimientos y tiene potestad para corregir, completar o refutar una respuesta que considere equivocada, fuera de lugar o incompleta. En esta comunidad virtual se trabaja con el concepto de reputación asociada a cada vecino, que puede ser mejor o peor según la valoración de los demás internautas.

Tanta importancia se ha dado a este tema, que se ha creado una pestaña denominada "Héroes de barrio", inspirada en la canción de Kiko Veneno. Es un espacio donde se destaca a quienes se considera como mejores vecinos porque ofrecen mejores respuestas. Son personas a quienes les gusta colaborar y compartir información, los dinamizadores de los barrios y el motor de este tipo de portales. En el ámbito de los periódicos que gestiona Intropía, también hay vecinos más comprometidos y activos que otros. Son quienes transmiten la información a través de las redes sociales en las que participan o quienes crean un blog cívico, ciudadano, y lo mantienen.

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