2.3.11

Quinceañeras: la magia de ser princesas por un día

Las familias latinoamericanas dan a conocer una nueva costumbre en España: la celebración de los cumpleaños de quince. Una fiesta de lujo, llena de magia y emociones, que se centra en las jovencitas y marca el paso de la infancia a la edad adulta.

Para millones de mujeres, la celebración de sus quince años es un momento especial. En toda Latinoamérica, desde México a Argentina, las familias de las jovencitas organizan grandes fiestas para resaltar la ocasión; unos eventos que, por su magnitud, carestía e importancia social, sólo se pueden equiparar a las bodas. El festejo es una cita de lujo, de traje largo y vestimenta formal, en el que la chica es homenajeada por sus amigos y familiares. Y, si bien existen algunas diferencias según los países donde se celebra, el protocolo general y el objetivo es el mismo: marcar las transición de niña a mujer, dar inicio a un nuevo ciclo de vida y hacer que la quinceañera se sienta princesa por un día.


La celebración de esta edad es una de las costumbres más arraigadas en la sociedad latinoamericana. Se trata de una fiesta vigente, actual y con identidad propia, aunque su origen es bastante antiguo... Y curioso, pues todo indica que el evento, tal como se le conoce hoy en día, es fruto de una singular mezcla cultural entre la aristocracia europea del siglo XIX y las civilizaciones precolombinas.

Según recogen los historiadores, las familias acaudaladas de la Europa decimonónica solían celebrar una fiesta especial para presentar en sociedad a sus jóvenes hijas; aquellas que ya tenían edad para empezar a asistir a las galas de los adultos y conocer así a sus posibles pretendientes. Por otra parte, en América, las civilizaciones maya y azteca realizaban un rito iniciático donde los padres celebraban un reconocimiento público del paso de su niña a mujer adulta, madura y apta para contraer matrimonio. La fusión de ambas tradiciones -que, a pesar de las distancias, tenían el mismo propósito- dio lugar a un nuevo tipo de festejo, que conserva algunos rasgos de antaño, pero ha evolucionado hasta adaptarse a la época actual.


"La celebración de los quince años es una de las costumbres más arraigadas de toda Latinoamérica. Nace de la mezcla cultural entre la aristocracia europea y las tradiciones de origen precolombino"

El cambio más notorio, sin duda, es que la fiesta ya no persigue fines matrimoniales. No obstante, sigue haciendo hincapié en que la joven homenajeada ha dejado su infancia atrás. Muchos símbolos, como la entrega de los zapatos de tacón al llegar, el uso de un vestido espectacular que recuerda a las princesas, el maquillaje, el peinado y la bisutería refuerzan esa idea de transformación. Lo mismo ocurre con el desfile inicial, acompañada por los muchachos de su edad (también llamados “caballeros”, “chambelanes” o “pajes”), y con el baile inaugural, que la quinceañera hace con su padre y que suele ser un vals, algo que evidencia el pasado aristocrático europeo.

Para los padres de la chica, el evento supone la posibilidad de mostrar públicamente el amor que sienten por su hija. Es una oportunidad para reunir a toda la familia, a los amigos y conocidos, y estrechar lazos sociales y familiares mientras se cena, se brinda y se baila al compás de la música. También es un modo de reflejar su éxito y su felicidad, y de hacer realidad todos los sueños de la jovencita.

Para ella, por supuesto, es un día inolvidable; una velada llena de magia y emociones que comparte con sus amigos. Esa noche, la cumpleañera es la protagonista, el centro de atención. Y, como el objetivo es deslumbrar a los invitados, la preparación del evento, los detalles y el diseño del vestido, sobre todo, se mantienen en secreto. Sólo las madres de las quinceañeras -y, quizá, alguna íntima amiga- conocen de antemano el atuendo que lucirá.

El protocolo

Existen varios elementos que siempre están presentes en la celebración de estos cumpleaños. Para empezar, es una fiesta formal, donde todos los invitados deben vestir de etiqueta. El traje de la chica también es un rasgo común. Puede ser que el color varíe del blanco a los tonos pasteles u otros un poco más vivos, pero sin duda será vaporoso y llamativo; similar a los que usan las princesas en los cuentos de hadas. El baile de gala es fundamental y, por lo general, es un vals. A modo de apunte, es interesante que la mayoría de las quinceañeras elijan El Danubio Azul, de Johann Strauss. Otros elementos comunes son la cena, el brindis y el pastel con las quince velas, además de las tarjetas de invitación muy elaboradas y los recordatorios o souvenirs (pequeños objetos que la homenajeada obsequia a sus invitados para que recuerden la ceremonia).

Luego están los matices, las sutiles diferencias. En ocasiones, la chica recibe a sus invitados y, después, se retira para cambiar de vestido y hacer su entrada triunfal. Otras veces, recién aparece en el salón cuando los invitados ya están reunidos. Es frecuente que, después de entrar, reciba un par de zapatos de tacón, se los calce y recién entonces baile el vals con su padre. En algunos cumpleaños existe un cortejo, formado por catorce amigas y catorce amigos; parejitas que simbolizan los años que se dejan atrás. Y estas chicas especiales, como ocurre con las damas de honor en las bodas estadounidenses, llevan el mismo modelo de vestido. También es posible que, al entrar, la cumpleañera reciba flores o vaya apagando velas a medida que desciende por las escaleras.

Estas diferencias tienen que ver, en parte, con la cultura de cada país. Y, también, con el presupuesto del que dispongan los padres. Por ejemplo, si la quinceañera decide que sus damas de honor vistan todas iguales, será la familia de la homenajeada la que correrá con los gastos de la tela y la confección de esos catorce vestidos. Sin embargo, sí hay otras diferencias más profundas, relacionadas con la religión. En muchos países, las celebraciones de quince años son acontecimientos tanto religiosos como sociales. En otros, el día ha quedado limitado a una celebración puramente social. Lo cierto es que si la familia es católica y practicante, oficiará una misa previa a la fiesta, donde la chica renovará sus votos con la Iglesia y hará una ofrenda de flores para agradecer por todo lo que tiene y pedir protección para los años venideros.

Los quince, en España

Las fiestas de quinceañeras no forman parte de la tradición española. Sin embargo, eso ha empezado a cambiar con la llegada de extranjeros; especialmente, con las familias que llevan varios años residiendo en las principales ciudades. Es verdad que el fenómeno es aún incipiente y que los organizadores de eventos locales todavía no incluyen estas fiestas entre sus servicios. Pero los cumpleaños, de un modo o de otro, se celebran, aunque hacerlo requiera un esfuerzo casi sobrehumano de parte de la familia, que debe conjugar creatividad, tradición, recursos y presupuesto.

"Organizar una fiesta de estas características en España lleva más tiempo de lo habitual, ya que las familias no encuentran con facilidad los servicios que necesitan"

“Hace años que me dedico a elaborar reportajes fotográficos de quinceañeras y, en todo este tiempo, he visto a muchos padres correr desesperados en busca de modistas, salones o servicios de catering”, cuenta el fotógrafo profesional David Sapiencia, autor de las imágenes del reportaje. Para él, el reto personal tuvo lugar hace un lustro, cuando su hija cumplió los quince, pero lo ha vivido decenas de veces después, junto a otras familias para las que ha trabajado.

El caso de Yakceli Torrico Gutiérrez es un ejemplo notable de esfuerzo y coordinación, ya que sus damas de honor vestían todas iguales. “Organizar la fiesta fue muy trabajoso -cuenta su madre-. Tardamos más de tres meses en prepararlo todo; sobre todo, en resolver el asunto de los vestidos. Por suerte, una tía de mi hija es costurera, así que ella confeccionó los catorce trajes de las chicas y los dos vestidos de Yakceli, el que usó para entrar al salón y el que se puso después, para estar más cómoda en la fiesta, pero igual fue muy laborioso. Hubo que tomar medidas, llevarlas a probarse los trajes, todo...” Además, la mamá de Yakceli se encargó personalmente de muchos detalles. ¿Por ejemplo? “De las servilletas. Cosí más de cien servilletas de tela, porque el salón que contratamos sólo tenía de papel”.

La elección del lugar, la decoración de las copas para el brindis, el diseño de los arreglos y los encargos a las florerías fueron sólo una parte de su trabajo. Lo que más tiempo le llevó, explica, fue “buscar las cosas y tomar decisiones al ver que no las encontraba”. Las invitaciones al cumpleaños y los recordatorios para los invitados los hizo traer de Bolivia. “Es que aquí no hay, no existen aún estas cosas, así que me puse en contacto con mi cuñada, que vive allá, le expliqué lo que quería, cuáles eran los colores, el estilo, y le pedí que me lo enviara todo”, asegura.

María Angélica, la mamá de Nohelia Paz Alurralde, también recuerda el cumpleaños de su hija como un grandísimo desafío. La celebración, en este caso, fue en el Hotel Palace de Madrid, y tuvieron que esperar varios meses hasta encontrar una fecha disponible. “Fue la primera fiesta de quinceañeras que se celebró en ese hotel y los encargados estaban sorprendidos -relata-. Aunque al contratar el salón allí teníamos varios servicios incluidos, yo me encargué personalmente de hacer el cotillón, y llevar las servilletas y los lazos a tono para vestir las sillas. Nohelia escogió su vestido por Internet y luego pedimos que se lo hicieran. Y, claro, como algunos de sus amigos son españoles, tuvimos que explicarles en qué consistía la fiesta y qué debían hacer”.

La madre de Yakceli apunta lo mismo: “Los compañeritos de mi hija estaban muy sorprendidos. Alucinaban... decían que se parecía a una boda. Me acuerdo de un chico rumano que llegó pensando que aquello sería un baile en una nave, y se quedó con la boca abierta al ver el salón tan bien puesto. El pobre no se lo podía creer. Y no es para menos, porque fue maravilloso”.

1 comentario:

Unknown dijo...

Como tu dices laura,es la magia de ser princesas por un solo dia, sentirse especial, y llena de regalos nosotros en http://tusanagustin.com te ayudamos a disfrutar tus 15 en los mejores alquileres de fincas,cruceros y viajes. un saludo