20.9.10

"Si tienes miedo a los cambios, te estancas y no puedes avanzar"

Tras vivir seis años en Estados Unidos y casi dos en Euskadi, este técnico uruguayo regresa a su país para reencontrar un viejo amor de juventud



Es uruguayo, tiene 33 años y ha pasado la cuarta parte de su vida lejos de su tierra. Ulises Chávez emigró en 2002, cuando una profunda crisis económica hizo estragos en su país y dejó sin empleo al 17% de la población. «No había trabajo ni perspectivas de una recuperación a corto plazo, así que decidí probar suerte en el extranjero, como tantas otras personas», resume al comenzar la entrevista.

Eligió Estados Unidos como destino; concretamente, Dover, un pueblo de Nueva Jersey. «Tenía un amigo viviendo allí y, además, había una comunidad bastante grande de uruguayos. Como viajaba solo e iba casi con lo puesto, pensé que sería más fácil empezar en un lugar donde hubiera alguien conocido que me pudiera orientar un poco», relata. Y acertó. Dos días después de llegar, ya estaba trabajando.
«Comencé como pintor y, poco a poco, me vinculé al sector de la construcción, que es muy diferente al de aquí. La empresa donde trabajaba se dedicaba únicamente a montar los esqueletos de las casas. Toda la estructura se hacía con madera, con medidas preestablecidas y procesos pautados. Me sorprendió mucho la rapidez y la facilidad con las que allí se construyen las viviendas», explica.

Además del modo de trabajar, otra cosa que le sorprendió a Ulises fue la sociedad estadounidense, la gente. «Desde fuera, hay sutilezas que no se perciben. Uno tiende a pensar, por ejemplo, que la política exterior del país es un reflejo fiel de la opinión pública, pero no es así. De hecho, a pesar de que había diferencias culturales y lingüísticas, yo tenía más afinidad con las personas de allí que con las de origen latino».
Ulises también descubrió que los moteros «no son esos inadaptados sociales que se ven en las películas, sino gente normal que, entre semana, va a trabajar de traje y corbata». Le gusta usar ese ejemplo para hablar de los estereotipos pues, como dice, los seis años que vivió en Estados Unidos le enseñaron a «ser más abierto y no creer ciegamente lo que muestra la televisión».
Pero la experiencia le hizo ver también que, además del trabajo, hay otras cosas importantes en la vida. «Seis años es mucho tiempo para estar lejos y solo -dice-. Empecé a echar de menos a mi familia y amigos, y decidí volver a Uruguay una temporada». Tras pasar cuatro meses con los suyos, Ulises volvió a emigrar. Esta vez, hacia Europa.
«Empezar desde cero»
«Estuve en Italia, en Francia y, finalmente, llegué a Albacete, donde viven mi madre y mi hermana. Fue bueno reencontrarme con ellas después de tantos años, aunque sólo estuve allí unas semanas. No me quería quedar indefinidamente ni tampoco convertirme en una carga», confiesa. En ese momento, una amiga le habló de Bilbao y él no lo dudó: hizo la maleta y vino.
«El País Vasco me cautivó desde el inicio, mientras venía en el autobús. A medida que pasaban los kilómetros, el paisaje se iba transformando. Cada vez era más frondoso, con más montañas, más verde... No podía creer que hubiera tanta diferencia con Castilla-La Mancha. Claro, después pasé unos veinte días sin ver el sol y lo entendí», cuenta entre risas.

Ha pasado más de un año desde que hizo aquel recorrido, y ahora está a punto de iniciar otro. Dentro de una semana, Ulises se marcha a Uruguay. «Euskadi me encanta, he hecho grandes amigos aquí y he podido desarrollarme laboralmente como técnico de reparación de maquinaria. La verdad, no tenía planes de irme, pero hace poco apareció Marianella, un viejo amor de juventud, y entonces todo cambió. Después de quince años sin saber nada de ella, un día la encontré en Facebook. Nos escribimos y hasta vino a verme durante sus vacaciones, pero ella vive allá. Cuando éramos adolescentes, nuestra historia no pudo ser. Ahora siento que es nuestro momento, y no me importa empezar otra vez desde cero. Si le temes a los cambios, te estancas y no puedes avanzar. Hay que lanzarse», concluye.

1 comentario:

Anónimo dijo...

grande lau!!!!! que sutileza para describir tal cual las cosas...besos