25.1.10

"Es importante advertir de los riesgos que hay al emigrar"

El profesor de percusión marroquí Jamal Anejdam es educador en el centro de menores de Loiu, donde ayuda a los extranjeros a integrarse en la sociedad vasca

No es oro todo lo que reluce: ni Europa es el paraíso, ni el viaje desde África es una excursión distendida. Cuando se trata de emigrar en solitario y sin papeles, subirse a una patera, saltar la valla fronteriza o esconderse en los bajos de un camión encierra más drama que aventura. «El viaje es demasiado largo para contarlo en unos minutos», dice Jamal Anejdam, que se marchó de Fez cuando contaba apenas 15 años y logró cruzar la frontera escondido entre las ruedas de un autobús.
En general, la experiencia es tan negativa y extrema que quienes han pasado por ella prefieren olvidarla. Pero no es fácil. Siempre queda alguna marca del viaje y Jamal lo tiene muy claro porque, además de su propia experiencia, escucha a diario los relatos de decenas de chavales que llegaron como él, jugándose la vida por una causa absurda, una quimera. En el caso de este marroquí, una motocicleta.

«Iba a cumplir dieciséis años y, como cualquier adolescente, quería tener un vehículo propio, una moto. Sabía que en Europa se ganaban mejores sueldos y creía que sería más fácil reunir el dinero aquí -explica Jamal, que hoy tiene 23 años-. Aunque parezca increíble, ese fue mi razonamiento y vine por esa razón. En mi caso, como en el de la mayoría de los adolescentes, no se puede hablar de proyecto migratorio, sino de estupidez y falta de información. No hay otra manera de decirlo: jugarte la vida por una moto es una chorrada».

Jamal aprendió la lección muy pronto. Sin embargo, no podía regresar. «No es que tuviera barreras legales para volver a mi país. El problema era cultural. Si volvía a Marruecos con las manos vacías, iba a sentirme humillado», reconoce. El orgullo, algunas veces, puede más que la razón, aunque en esa dinámica de elecciones, él subraya que tuvo «mucha suerte».

«Llegué al centro de menores de Loiu y allí conocí al director, Carlos Sagardoy Azagra, a quien me gustaría agradecer públicamente por la importante labor que realiza. Él sabe transmitir valores a los jóvenes y, para mí, ha sido como un padre», dice Jamal que, hoy en día, sigue sus pasos. «Al salir del centro, cuando cumplí dieciocho años, viví en un piso de acogida. Empecé a trabajar, a estudiar castellano e hice cursos de intervención con menores y de trabajo social. Me parecía importante devolverle al centro las oportunidades que me había dado y para eso es imprescindible formarse», señala.

Cooperación y música
Pero no todo se aprende en las aulas. En lo que toca a las migraciones, la experiencia personal allana mucho el camino a la hora de empatizar. De ahí que Jamal tenga tan buena relación con los chavales del centro. «Ellos me ven como alguien que ha pasado por lo mismo y que ha vivido experiencias parecidas. Muchos me cuentan sus problemas porque sienten que los entiendo mejor que alguien de aquí, y el idioma no es una barrera -explica-. Además, para entenderse muchas veces basta con una mirada».
Aunque el trabajo de este percusionista es muy importante para él y la comunidad, no es la única tarea que realiza. Jamal está convencido de que hay que atajar los movimientos migratorios que entrañan peligro y que no responden a un proyecto sólido de vida. Por ello, viaja regularmente a Marruecos para dar charlas sobre este asunto en institutos y en universidades. «Es importante advertir sobre los riesgos que hay al emigrar, y el mejor modo de hacerlo es brindar información fiable», dice.
Al mismo tiempo, Jamal trabaja para fomentar la integración cultural y el conocimiento mutuo de los jóvenes vascos con los marroquíes. Y, como lo suyo es la percusión, ha iniciado un proyecto de acercamiento a través de la música. «Acabamos de firmar un acuerdo con varios municipios de Marruecos para que los jóvenes vascos con inquietudes musicales y sociales puedan viajar allí, actuar y conocer de primera mano a la sociedad». Para solicitar más información sobre este proyecto, ofrece una casilla de correo: jamalritmo@hotmail.com

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